Durante siglos la sopa de miso ha sido usada por los curadores de Japón para tratar el cáncer, mala digestión, enfermedad por radiación, bajo deseo sexual, intoxicación por el tabaco y algún tipo de infecciones intestinales. Tradicionalmente la sopa de miso se compone de stock dashi a la que se añade pasta de miso, mientras que otros ingredientes como las algas marinas, se suman a los beneficios para la salud de este alimento mágico.
Hoy en día hay una evidencia científica para respaldar la práctica de los curanderos antiguos japoneses y esto se atribuye principalmente a la pasta de miso, que está hecha de soja fermentada. La investigación médica ha demostrado que un plato de sopa de miso al día reduce considerablemente el riesgo de cáncer de mama, pero también ayuda a restablecer el equilibrio hormonal en las mujeres. Comer sopa de miso puede mejorar la calidad de la piel, suministrándola con la flexibilidad y la frescura que necesita. La sopa de miso también puede prevenir la aparición de osteoporosis, alergias y tuberculosis, mientras que a los fumadores se les recomienda consumirla para reducir los efectos adversos del tabaquismo.
Dado que contiene ácido linoleico y lecitina que ayudan a disolver el colesterol, la sopa de miso se utiliza en la prevención de la arteriosclerosis, la presión arterial alta y enfermedades del corazón. Rico en vitaminas B, flavonoides y una selección de minerales (incluyendo calcio, fósforo, potasio, hierro y sodio), se garantiza que potenciará el sistema inmunológico. La pasta de miso contiene lactobacilos y enzimas ganadas en el proceso de fermentación durante su producción que estimulan la producción de jugos gástricos, la digestión y un mejor uso de los nutrientes. Miso evita el gas y la putrefacción de los productos digestivos, reduciendo así la acidez del cuerpo, pero también se sabe que es capaz de construirse en sustancias radiactivas y eliminarlos del cuerpo por medio de las heces. Algunos aconsejan que la persona debe comer más de un plato de sopa de miso al día, pero debido al alto contenido de sal esto no se recomienda.
La sopa de miso se vende en tiendas de comida asiática y pasillo de comida étnica en los supermercados o se puede hacer en casa. Una receta simple consiste en hervir lentamente un cuarto de galón de agua al que se han añadido 2 cucharaditas de algas wakame secas. Se debe dejar que el wakame se agite durante 20 minutos, después de lo cual se expande en tamaño. Ocho cucharadas de pasta de miso se añaden a la sopa y se deja a fuego lento durante 1 o 2 minutos, pero no debe ser hervida, ya que esto puede destruir las propiedades de los nutrientes que tiene. La cebolla verde picada se puede utilizar para adornar la sopa y el queso de soja y las verduras secas se pueden agregar a la sopa antes de revolver en pasta de miso y deben ser cocidos hasta que estén blandos.