Muchas personas dicen a sus médicos que son «alérgicas» a ciertos medicamentos, generalmente los antibióticos. Las reacciones adversas a los fármacos son comunes, pero los estudios indican que sólo unos pocos (5 a 10 por ciento) se deben a una verdadera reacción alérgica.
La mayoría (hasta el 80 por ciento) de las reacciones adversas a los medicamentos son causadas por reacciones no-alérgicas predecibles.
Una reacción alérgica implica una reacción exagerada del sistema inmune a una sustancia, como un medicamento, que por lo general no desencadena una reacción similar a la mayoría de las personas. En la mayoría de las personas, la sensibilidad a los fármacos puede producir síntomas similares, pero estas reacciones no implican su sistema inmunológico. Sin embargo, es difícil determinar cuántas personas sufren de reacciones de hipersensibilidad a los fármacos debido tanto a la notificación como al uso excesivo del término «alérgico».
Una reacción alérgica a un fármaco tal como un antibiótico puede ser diagnosticada cuando se produce una reacción adversa impredecible y se confirma con un análisis de laboratorio que muestra un aumento de los niveles de inmunoglobulina (IgE) en la sangre. Una alergia sospechosa puede ser desafiada dando una pequeña cantidad de la medicación, tal como una prueba de la piel, que da lugar a una reacción alérgica visible. Los medicamentos que tienen más probabilidades de producir reacciones alérgicas incluyen:
- Antibióticos (por ejemplo, penicilina)
- La aspirina y los AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos), como el ibuprofeno
- Medicamentos antiepilépticos o anticonvulsivos
- Quimioterapia
- Terapia de anticuerpos monoclonales
Las posibilidades de desarrollar una alergia aumentan cuando el fármaco se administra por inyección (en lugar de por la boca), cuando se frota en la piel (tópica) o cuando se toma el medicamento con frecuencia.
La reacción alérgica a múltiples medicamentos diferentes (principalmente antibióticos), se llama síndrome de alergia a múltiples medicamentos. También se conoce como síndrome de hipersensibilidad múltiple de fármacos y el diagnóstico se realiza después de que se ha realizado un tratamiento de alergia al fármaco apropiado. Por otro lado, los pacientes que reportan reacciones adversas a varios fármacos no relacionados pero que muestran resultados negativos en pruebas de alergia específicas son considerados por algunos expertos como afectados por el síndrome de intolerancia a múltiples medicamentos. Los estudios muestran que alrededor del 2% de la población sufre de esta condición. Un estudio que incluyó a más de 2 millones de participantes mostró que las personas con esta condición son más propensas a ser ancianos, mujeres obesas y que sufren de ansiedad.
Debe tenerse en cuenta la importancia de saber si usted es realmente alérgico a un medicamento (o medicamentos múltiples), ya que ser etiquetado como tal puede limitar sus opciones de tratamiento. A veces se puede administrar otro fármaco, que puede ser menos eficaz o más tóxico, para reemplazar la medicación de elección, incluso si no se ha demostrado que es alérgico a ella.
Estas son algunas pautas para saber si usted es alérgico a algunos medicamentos:
- Generalmente, una reacción alérgica ocurre después de una exposición previa (sensibilización) a un medicamento.
- La mayoría de las alergias se desarrollan después de 5 o 7 días de exposición a fármacos, aunque algunos desarrollan la reacción unas pocas semanas después de la exposición.
- Puede producirse una reacción alérgica inmediata después de la primera dosis, pero esto puede deberse a una sensibilización o exposición previa a moléculas de sustancias similares al fármaco. Algunas reacciones, sin embargo, son reacciones de hipersensibilidad y no debido a la alergia a fármacos.
- Una reacción alérgica puede manifestarse en la piel (como urticaria con comezón), involucrar a un órgano mayor o ocurrir como reacción sistémica.
- La anafilaxia, una reacción potencialmente mortal puede ocurrir, manifestándose como enrojecimiento, dificultad en la respiración y caída en la presión arterial. Otras reacciones graves incluyen el síndrome de Steven Johnsons y la necrolisis epidérmica tóxica, que implican el desprendimiento de grandes áreas de la piel.
La confirmación clínica y de laboratorio de la reacción inmune es necesaria para diagnosticar la alergia a los medicamentos.
Consulte a su médico para saber qué opciones de diagnóstico y tratamiento están disponibles para usted.