La obesidad en gatos domésticos ha alcanzado proporciones alarmantes. Según la Asociación para la Prevención de la Obesidad de las Mascotas, un 58% de los gatos se consideran obesos, lo que significa que su peso corporal es al menos un 10-15% mayor que el peso recomendado.
Las consecuencias de la obesidad son sombrías para nuestros amigos felinos, ya que causan efectos adversos a largo plazo en su salud. Muchos gatos tienen un apetito saludable, por lo que, en última instancia, corresponde a los padres de sus mascotas monitorear la condición corporal de su compañero de cuatro patas y hacer los ajustes apropiados en su ingesta de alimentos.
Al igual que los humanos, los gatos con sobrepeso son mucho más propensos a sufrir ciertos trastornos de salud. Uno de los problemas más comunes con los que un gato gordo puede tener que lidiar es la diabetes. Por cada kilo que gana un gato más allá de su peso saludable, la sensibilidad a la insulina disminuye en un 30%. La diabetes puede causar síntomas como aumento de la sed y la micción, aumento del apetito, depresión, letargo y vómitos. Las enfermedades adicionales que los gatos obesos son propensas a desarrollar son la osteoartritis, los problemas de la piel debidos a los pliegues de la piel y las dificultades para el aseo personal.
Cómo reducir los riesgos
La mejor manera de reducir los factores de riesgo de un gato para las enfermedades relacionadas con la obesidad es ayudarlo a perder peso de manera segura.
Desafortunadamente, la pérdida de peso para un gato no es tan fácil como simplemente tomarlos para una caminata extra larga por el vecindario. El mejor curso de acción es hacer ajustes a la dieta de su gato.
Con los gatos que no tienen mucho peso que perder, es apropiado reducir la cantidad de comida que pones en el tazón de la cena. Sin embargo, si su mascota necesita perder una cantidad sustancial de peso, entonces un alimento recetado para bajar de peso es apropiado. Estos alimentos aún tienen todos los nutrientes que su gato necesita pero con menos calorías.
Si su gato se alimenta a voluntad, lo que significa que tiene acceso constante a un plato lleno de alimentos, el primer paso para ayudarlos a perder peso es proporcionarles una cantidad medida de alimentos dos veces al día. Si le das golosinas a tu gato, tendrás que eliminarlas de su dieta. Sin embargo, si cree que debe darle a su gato un tratamiento especial de vez en cuando, ofrézcale pequeños trozos de atún enlatado en lugar de los bocados potencialmente ricos en calorías disponibles en la tienda de mascotas.
Al poner a su gato en una dieta, es extremadamente importante no promover la pérdida rápida de peso. Si lo hace, puede conducir a la lipidosis hepática (también conocida como enfermedad del hígado graso). Esto ocurre cuando un gato obeso no recibe suficiente energía en sus alimentos, por lo que comienzan a movilizar sus grasas almacenadas para obtener energía. Esto supera rápidamente la capacidad de su hígado para eliminar esta grasa y se acumula en su hígado. La lipidosis hepática es una enfermedad muy grave y puede provocar insuficiencia hepática. Es una buena idea reducir la ingesta calórica de su gato gradualmente y bajo estrecha supervisión veterinaria.
Las claves para la reducción de peso en los gatos son proporcionar alimentos apropiados en cantidades apropiadas, aumentar su nivel de actividad y alterar su comportamiento. Su nivel de actividad puede aumentarse animándolos a jugar juegos de persecución con bolas pequeñas o láseres. La modificación de la conducta implica animarlos a trabajar para sus comidas con juguetes que distribuyen alimentos.
Si comparte su vida con un gato con sobrepeso, es esencial que tome medidas para recortarlos por el bien de su salud a largo plazo.