La tos es un reflejo iniciado por un irritante en los tubos bronquiales.
Puede ser causado por una infección respiratoria; irritantes inhalados como humo y productos químicos; objetos extraños tales como semillas de pasto, polvo y partículas de alimentos; la presión de un collar apretado; o crecimientos que surgen en los tubos bronquiales. Algunos ataques de tos son provocados por una reacción alérgica.
El tipo de tos a menudo sugiere la ubicación y la causa probable:
- Una tos acompañada de estornudos y ojos rojos acuosos sugiere un complejo de enfermedad respiratoria viral felina.
- Una tos profunda y paroxística con el cuello del gato extendido y la producción de flema sugiere bronquitis crónica.
- Un ataque repentino de tos acompañado de sibilancias y dificultad para respirar sugiere asma felino.
- La tos esporádica con pérdida de peso, apatía y apetito deprimido se observa en gatos con gusanos del corazón, gusanos pulmonares y enfermedades fúngicas.
- Los espasmos de tos que ocurren después del ejercicio sugieren una bronquitis aguda.
- Algunos problemas cardíacos, incluida la miocardiopatía, provocarán que un gato tosa.
- La tos se autoperpetúa. La tos irrita los bronquios, seca el revestimiento mucoso y disminuye la resistencia a las infecciones, lo que provoca más tos.
El estudio de diagnóstico de un gato con tos crónica incluye una radiografía de tórax y lavados transtraqueales. Estos lavados se obtienen colocando un tubo estéril en la tráquea con el gato bajo anestesia leve. El examen microscópico de las células recuperadas conduce a un diagnóstico específico.
La broncoscopia es un método excelente para evaluar la enfermedad del tubo bronquial. Se pasa un instrumento de fibra óptica a la tráquea, nuevamente con el gato bajo anestesia. Los bronquios se pueden ver directamente, tomar biopsias y extraer la flema mediante lavado bronquial para realizar exámenes microscópicos y pruebas de cultivo y sensibilidad.
Tratamiento: La tos acompañada de fiebre, dificultad para respirar, secreción de los ojos y la nariz u otros signos de una enfermedad grave debe ser tratada por un veterinario. Además, si el apetito de su gato no está activo y el está tosiendo, debe llevarlo a un examen veterinario.
Es importante identificar y corregir los problemas que contribuyen. Los contaminantes del aire como el humo del cigarrillo, los insecticidas en aerosol, el polvo de la casa y los perfumes deben eliminarse de la atmósfera. Los filtros pueden ayudar en este esfuerzo. Cualquier trastorno de nariz, garganta, pulmón o corazón debe ser tratado.
Solo las toses menores de breve duración deben tratarse en casa. Una variedad de supresores de la tos utilizados para los niños están disponibles en las farmacias para tratar la tos leve. Sin embargo, los medicamentos que contienen acetaminofeno (Tylenol), codeína y otros narcóticos son tóxicos para los gatos y nunca se deben usar. Plain Robitussin es un ejemplo de una preparación para la tos segura y efectiva para los gatos. Contiene un expectorante llamado guaifenesen que no suprime el reflejo de la tos, pero licúa las secreciones de moco para que puedan toser libremente. Robitussin-DM contiene el supresor de la tos dextrometorfano, el único antitusivo que es seguro para los gatos. Estos medicamentos no están aprobados para su uso en gatos y no deben usarse sin consultar a su veterinario. De hecho, ningún medicamento, incluso uno de venta libre para niños, debe administrarse a su gato sin antes consultar a su veterinario.
Aunque los supresores de la tos disminuyen la frecuencia y la gravedad de la tos, no tratan la enfermedad o la afección que la causa. Su uso excesivo puede retrasar un diagnóstico y tratamiento adecuados. Los supresores de la tos (pero no los expectorantes) deben evitarse cuando la flema se traga o ingiere. Estas tos están despejando el material no deseado de las vías respiratorias.