Todos sabemos lo que es viajar, disfrutar de nuevos alimentos en el camino y luego pagar el precio con la barriga del viajero.
Para muchos de nosotros, un cambio en la dieta causa malestar intestinal. Nuestro tracto gastrointestinal simplemente no está contento con el cambio repentino de un tipo de alimento a otro. Lo mismo ocurre con nuestras mascotas.
Diarrea … gas … vómitos … Nuestras mascotas pueden reaccionar mal ante un cambio repentino en la dieta. A menudo, acostumbrado a la misma dieta día tras día, su perro puede disfrutar del sabor de la nueva comida, pero puede descubrir que está experimentando un malestar gastrointestinal poco después.
Transición de un comensal delicado a un nuevo alimento
En el caso de su gato, el problema puede ser no solo gastrointestinal sino también de palatabilidad. Muchos gatos son notoriamente quisquillosos y quieren la misma comida para la cena que disfrutaron en el desayuno, no solo ese día sino también todos los días antes.
Tarde o temprano, todos queremos cambiar a nuestras mascotas a un nuevo alimento. Ya sea un cambio provocado por un retiro o falta de alimentos viejos, la necesidad de alterar su dieta para perder peso o abordar un problema veterinario, o debido a un cambio en su propia situación financiera, puede llegar el momento. Cuando quieras o necesites cambiar la comida de tu mascota.
Antes de cambiar la comida de su mascota, llame a su veterinario para discutir el cambio. Una vez que haya recibido la luz verde, es hora de diseñar un programa de transición.
Creando un horario de transición
En lugar de cambiar repentinamente de un alimento a otro de la noche a la mañana, la mayoría de los veterinarios y las compañías de alimentos para mascotas recomiendan un cambio lento de los alimentos viejos a los nuevos. El proceso lleva cinco días:
- Día 1: sirva a su mascota el 80 por ciento de su comida anterior con el 20 por ciento de la comida nueva. Puede servir los dos alimentos en partes separadas del plato / tazón o mezclarlos todos juntos. Este último podría ser preferible para los comedores meticulosos, ya que no pueden simplemente elegir la comida vieja.
- Día 2: sirva alimentos viejos al 60 por ciento con alimentos nuevos al 40 por ciento.
- Día 3: sirva 40 por ciento de comida vieja con 60 por ciento de comida nueva.
- Día 4: sirva 20 por ciento de comida vieja con 80 por ciento de comida nueva.
- Día 5: Sirva 100 por ciento de comida nueva.
Al igual que con todos los cambios, manténgase atento a la angustia durante esta transición. Si su perro o gato desarrolla problemas gastrointestinales durante este período, llame a su veterinario.