Todos sabemos que los perros tienen una audición mucho más fuerte que la gente y, para algunos cachorros, esto puede crear un problema.
Cuando los perros temen los ruidos, viven en un mundo de sonido y estrés constantes.
Afortunadamente, a la mayoría de los perros se les puede enseñar a relajarse un poco y, con el tiempo, se les puede desensibilizar levemente a los ruidos que anteriormente les parecían tan aterradores.
Enseñando a tu perro a ser más seguro en cuanto a los ruidos
El proceso de disminuir el miedo relacionado con el ruido de un perro disminuye, en gran parte, al disminuir su sensibilidad. Muchos perros tienen miedo de las pistolas, inicialmente, pero cuando los cachorros de perritos comienzan a entrenar en las perreras, se someten a un proceso de desensibilización en el que se disparan pistolas a su alrededor. A los perros se les enseña a no preocuparse por el ruido porque saben que no les causará daño.
Con esto en mente, es importante que los padres de mascotas apliquen estos principios a sus propios perros temerosos. Al proporcionar un entorno suave de terapia de inmersión en el que el perro está expuesto al ruido temeroso pero que no lo perjudica, los manipuladores pueden comenzar a volver a trabajar a sus cachorros y aliviar el miedo.
Para comenzar, comience por controlar el ruido del que teme su cachorro. Si el perro se estremece cada vez que se cierra una puerta, considere que un miembro de su familia sujete al perro mientras otra persona abre y cierra la puerta con cuidado. Cuando el perro comience a sentir temor, recompénselo con muchas golosinas, mascotas y elogios verbales. Continúe abriendo y cerrando la puerta hasta que el perro se relaje y pare tan pronto como el perro comience a mostrar signos de falta de reactividad. Recompense al perro y no repita la lección por varios días.
A medida que el perro comienza a sentirse cómodo abriendo y cerrando las puertas con suavidad, comience a golpear la puerta con más fuerza y al mismo tiempo proporcione elogios y refuerzos positivos. Aunque el perro puede tener miedo de la puerta, aprenderá que el ruido no la dañará y, finalmente, el perro se sentirá más cómodo.
Mientras se somete a este entrenamiento, asegúrese de ejercer una gran paciencia con su perro. Para el perro, este miedo es muy real y el proceso de entrenamiento requiere mucha confianza y fe por parte del perro. Tenga en cuenta que esto puede arruinarse fácilmente por una actitud impaciente o agresiva; haz tu mejor esfuerzo para calmar la incomodidad de tu perro con empatía.
Avanzando con un perro sensible al ruido
Es importante que los padres de mascotas entiendan que los perros sensibles al ruido siempre pueden ser sensibles al ruido. Ciertas razas, como los pastores australianos, son más sensibles a los ruidos en general y a menudo reaccionan más drásticamente a los ruidos fuertes que otros perros. Es probable que los perros que han sido traumatizados por un ruido específico siempre lo recuerden y puedan tener dificultades para avanzar completamente. Independientemente de dónde caiga su perro en el espectro, la mayoría de los cachorros pueden ser entrenados para tener menos miedo a los ruidos, incluso si nunca superan por completo su sensibilidad al ruido.