Tu felino se verá (¡y sentirá!) como el maullido del gato después de una buena sesión de aseo.
Por naturaleza, los gatos son extremadamente exigentes. Sin duda has visto a tu gatito lavarse muchas veces al día. En su mayor parte ella puede cuidarse muy bien, pero a veces necesitará un poco de ayuda de usted.
Haga que la preparación sea lo más agradable posible: para ambos
Las sesiones de aseo deben ser divertidas para los dos, así que asegúrese de programarlas cuando su gato esté relajado, tal vez después de hacer ejercicio o comer. Desea que su mascota recuerde las sesiones de aseo personal de una manera positiva, por lo que nunca querrá arriesgarse a perder los estribos. Si ha tenido un día estresante o está de mal humor, probablemente no sea un buen momento para preparar a su gato.
Mantenga cortas sus primeras sesiones de preparación, solo de 5 a 10 minutos. Gradualmente alargue el tiempo hasta que su mascota esté acostumbrada a la rutina. También deberías acostumbrar a tu mascota a ser manejada. Adquiera el hábito de acariciar cada parte de su gato, incluidas las orejas, la cola, el vientre y la espalda, ¡y especialmente los pies!
Y tenga en cuenta que un poco de paciencia puede recorrer un largo camino. Si su gato está extremadamente estresado, corte la sesión y vuelva a intentarlo cuando esté más calmado. Desafortunadamente, a la mayoría de los gatos no les gustan los baños, por lo que es posible que necesites a otra persona para que te ayude. Y recuerde acumular el elogio y ofrecerle un regalo cuando la sesión termine.
Cepillado
Las sesiones regulares con un cepillo o peine ayudarán a mantener el cabello de su mascota en buenas condiciones, eliminando la suciedad, extendiendo los aceites naturales por todo su pelo, evitando enredos y manteniendo su piel limpia y libre de irritantes.
Si tu gato tiene el pelo corto, solo tienes que cepillarlo una vez a la semana:
- Primero, usa un peine metálico y trabaja a través de su pelaje de la cabeza a la cola.
- Luego, use una cerda o un cepillo de goma para eliminar el cabello muerto y suelto.
- Sé extra suave cerca de su pecho y barriga.
Si tu gato tiene el pelo largo, deberás cepillar todos los días:
- Comience por peinar su vientre y piernas; asegúrese de desenredar los nudos.
- Luego, cepilla su pelaje hacia arriba con una cerda o cepillo de goma.
- Para cepillar su cola, haga una parte por el medio y cepille la piel de cada lado.
Baños
Si el pelaje de tu gato se vuelve grasoso, o si ha adquirido algo pegajoso o maloliente, se beneficiará de un baño. Use un champú suave que sea seguro para usar en gatos y siga estos sencillos pasos:
- Primero, dale a tu mascota un buen cepillado para quitar todo el pelo y las esteras.
- Coloque una alfombra de baño de goma en un fregadero o bañera para proporcionar una base segura.
- Coloque a su gato en una bañera o fregadero que se haya llenado con aproximadamente 10 o 15 cm de agua tibia.
- Use una manguera de rociado para mojar a fondo a su mascota, teniendo cuidado de no rociar directamente en sus oídos, ojos o nariz. Si no tiene una manguera de pulverización, una jarra de plástico grande o una taza irrompible lo hará.
- Masajee suavemente con el champú, trabajando desde la cabeza hasta la cola.
- Enjuague bien con una manguera de spray o una jarra; nuevamente, evita las orejas, los ojos y la nariz
- Seca a tu mascota con una toalla grande.
Recorte de uñas
La mayoría de las personas realmente no manejan los pies de sus gatos hasta que están a punto de cortarse las uñas y luego … ¡cuidado! Algunos animales pueden enojarse mucho con este sentimiento totalmente extraño. Es por eso que es una buena idea acostumbrar a su gato a que le toquen los pies antes de intentar un ajuste de uñas. Frote su mano arriba y abajo de su pierna y luego presione suavemente cada dedo del pie individual, y asegúrese de darle muchos elogios y algunas golosinas mientras lo hace. Cada animal es diferente, pero lo más probable es que dentro de una semana o dos de un masaje diario en los pies, su gato acepte recortar las uñas.