Como adultos con un poco más de experiencia en crianza de mascotas, sabemos que no todos los cachorros quieren que se les acerque.
Mientras que algunos perros están nerviosos con aquellos que no conocen, otros prefieren que los dejen solos. Sin embargo, aunque conocemos los signos a tener en cuenta, incluidos los temblores, el cuerpo rígido, las orejas aplastadas y los dientes al descubierto, los niños simplemente no tienen la capacidad de comprender tales conceptos.
Un estudio reciente realizado por académicos británicos de la Universidad de Staffordshire descubrió que, aunque los niños generalmente pueden identificar a un perro agresivo, no estaban seguros de los perros nerviosos y atemorizados, lo que aumenta el riesgo de mordedura.
Sarah Rose, coautora del estudio, reveló que los niños confiaban en sus decisiones de no acercarse a un perro obviamente agresivo, pero que tenían la misma probabilidad de intentar jugar con un perro nervioso porque eran felices. Los niños pequeños son relativamente buenos, para identificar con precisión la emoción que exhibe un perro. Sin embargo, falta comprensión de los niños sobre la seguridad de los perros, ya que solo demostraron precaución al acercarse a los perros enojados. Parecían ignorar que podría haber problemas para acercarse a los perros asustados.
Como padre, es imprescindible que enseñe a sus hijos cómo comportarse con los perros, y explique los tipos de signos que debe tener en cuenta en las mascotas enojadas, asustadas o excitables, independientemente de si tiene un perro propio o no. Recomiende a su hijo que nunca se acerque a un perro cuando está fuera, sin importar cuán pequeños o amistosos parezcan, y siempre busque la aprobación del padre de la mascota antes de darle permiso a su pequeño para que lo acaricie. Los cachorros tienen sus días igual que los humanos, así que aprende a reconocer signos de angustia, impaciencia e ira en tus propias mascotas y en las personas con las que te contactas regularmente. Tales acciones pueden evitar que usted o su hijo sean mordidos en el futuro.
Familiarizarse con el comportamiento canino garantizará que sus propios hijos reconozcan y respeten a todos los tipos de amigos de cuatro patas.