Las enfermedades del oído interno se caracterizan por laberintitis o mareos.
El laberinto es parte de un complejo órgano de equilibrio compuesto por los canales semicirculares, el utrículo y el sáculo. El laberinto es como un giroscopio. Su propósito es sincronizar los movimientos oculares y mantener la postura, el equilibrio y la coordinación. La causa más común de laberintitis es la infección del oído interno.
Un perro con laberintitis a menudo asumirá una postura anormal, con la cabeza inclinada hacia abajo sobre el lado afectado. Mareos, falta de coordinación y pérdida de equilibrio son evidentes. El perro gira y se inclina hacia el lado afectado y puede exhibir movimientos bruscos de los globos oculares, una condición llamada nistagmo. Algunos perros vomitan.
El síndrome vestibular idiopático es una enfermedad de causa desconocida que afecta a los perros de mediana edad y mayores. Es la segunda causa más común de laberintitis. El inicio es repentino. Los mareos, escalofríos y vómitos pueden ser incapacitantes. Los vómitos pueden durar varios días, en cuyo caso el perro puede requerir líquidos por vía intravenosa. Los signos alcanzan su punto máximo en 24 horas, pero persiste cierto grado de desequilibrio durante tres a seis semanas. La recuperación ocurre en casi todos los casos. Después de la recuperación, algunos perros experimentan una leve pero permanente inclinación de la cabeza.
La administración prolongada de antibióticos aminoglucósidos y neomicina puede producir laberintitis y sordera. La mayoría de las preparaciones de oído son capaces de causar laberintitis y daño al oído si entran en contacto con las estructuras sensibles del oído interno. Esta es la razón por la cual los oídos nunca deben enjuagarse ni medicarse sin antes asegurarse de que los tímpanos estén intactos.
Otras causas de laberintitis incluyen traumatismo craneoencefálico, tumor cerebral e intoxicación por drogas. Sospeche uno de estos si su perro desarrolla laberintitis sin haber tenido una infección de oído previa.
Tratamiento: la causa subyacente debe ser diagnosticada y tratada. El cuidado de apoyo y los medicamentos para aliviar los síntomas ayudan en la recuperación.