Mientras que todos los perros tienen un sentido muy superior del olfato en comparación con los seres humanos,
(con alguna estima que tienen un sentido del olfato varios millones de veces superior a la nuestra), no todos han sido reproducidos y criados con la expectativa de olfatear un solo rastro de olor de el bosque, haciendo caso omiso de todos los demás.
Algunas razas, como el lobo irlandés se han planteado para reaccionar ante los ojos de su presa, por lo que entran en el modo de ataque ante la visión de una nueva persona o animal. Los perros lobos, como su nombre indica, son resistentes y lo suficientemente leales a cazar a los grandes depredadores que representan una amenaza a la granja o rebaños, pero a menudo son lo suficientemente suaves para estar como perros de la familia, que se llevan bien con los niños.
Cuando se trata de conocer a nuevas personas, sin embargo, el lobero hay que controlarlo, o de lo contrario podrá ladrar e incluso atacar a alguien que viene a su territorio. Los Wolfhounds son algunos de los perros más antiguos que son mas parecidos, con registros arqueológicos, que sugieren que el lobero irlandés se han utilizado durante dos mil años para capturar y matar a los lobos de la Isla Esmeralda.
Hoy en día, sin ningún tipo de lobos para amenazar rebaños de ovejas o cabras, estos perros actúan como protectores contra la intrusión o robo. Son extremadamente agresivo y peligrosos al ver a un desconocido, si está entrenado para atacar.
Cualquier perro lobo irlandés que no está entrenado para recibir a nuevas personas y caras, puede necesitar estar alejado de las personas con el fin de reducir al mínimo su comportamiento agresivo.