El entrenamiento del perro es una tarea que requiere mucho tiempo y requiere paciencia, consistencia y recompensa.
Para los padres de mascotas que solo quieren enseñar los ejercicios básicos de obediencia a sus mascotas, puede tomar varios meses para cubrirlos completamente. Formar a un perro de servicio, como un perro guía, puede llevar años.
Investigación
Los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte han desarrollado una solución que no solo podría reducir la cantidad de tiempo que se tarda en entrenar a un perro, sino que también tiene aplicaciones potenciales para un mayor servicio canino. Los científicos de los departamentos de Medicina Veterinaria e Ingeniería Eléctrica e Informática colaboraron para producir un documento que describe el primer dispositivo de entrenamiento robótico para perros. La ayuda de entrenamiento, que consiste en un arnés canino portátil personalizado con una computadora conectada que activa la liberación de un tratamiento, ha demostrado ser muy exitosa en la detección y recompensa de comportamientos correctos.
Los sensores en el arnés detectan con precisión la postura corporal del perro y el lenguaje corporal. Cuando se identifica el movimiento adecuado, como sentarse, la computadora del arnés emite un pitido y un dispensador de golosinas libera una recompensa. A través de una amplia prueba y error, el arnés fue capaz de detectar la postura correcta el 96% del tiempo. Mientras que un entrenador humano tenía una mejor precisión (100%), la computadora podía recompensar al perro más rápido y con mayor consistencia. Cuando entrenas a un perro, uno de los aspectos más importantes es la identificación rápida del comportamiento correcto y la entrega de la recompensa. La combinación de arnés y computadora era mejor para hacer esto que el entrenador humano.
Un objetivo específico para este trabajo es disminuir la cantidad de tiempo que se tarda en entrenar perros de servicio. Además de mejorar el proceso de entrenamiento del perro, este sistema tiene varios otros usos potenciales. Por ejemplo, el arnés ceñido puede ayudar a los investigadores a comprender mejor el lenguaje corporal canino y proporcionar comentarios muy precisos sobre la postura corporal de un perro en respuesta a diferentes entornos. También podría mejorar la forma en que los perros de servicio ayudan a sus seres humanos. A un perro de servicio se le podría enseñar que debe realizar un comportamiento muy específico cuando el padre de la mascota necesita ayuda, por ejemplo, si tiene una convulsión. Esa postura daría como resultado una solicitud de ayuda enviada por la computadora del arnés. Otra ventaja de este sistema es que permitirá a los manipuladores de perros que trabajan, como perros de búsqueda y rescate, reconocer los signos de estrés fisiológico en su perro, como una frecuencia cardíaca rápida o una temperatura corporal aumentada.
Esta tecnología es emocionante, pero tiene limitaciones. Los arneses deben estar hechos a medida para el tamaño de cada perro, por lo que será costoso. La capacitación de perros de servicio ya es costosa y será una carga adicional que puede no ajustarse a los presupuestos a pesar de su efectividad. El costo también lo hará poco atractivo para los padres de mascotas. Otra desventaja es que elimina la interacción humano-perro que está involucrada en el entrenamiento del perro y eso es importante en la socialización. Es muy probable que el uso principal de este equipo sea monitorear la seguridad de los perros que trabajan en el campo y enseñar a los científicos e investigadores más sobre el lenguaje corporal y el comportamiento canino.