Las garrapatas capaces de transmitir la enfermedad de Lyme pueden ser más comunes de lo que se pensaba, según expertos.
Aunque durante mucho tiempo se sospechó que el número de garrapatas había aumentado, y que las tasas de enfermedad de Lyme habían aumentado lentamente en los últimos años, los investigadores ahora creen que el problema ha sido subestimado.
La investigación incluyó más de 3.500 controles de salud de perros en clínicas veterinarias. De los perros inspeccionados, el 14.9% tenían garrapatas, con una prevalencia de garrapatas infectadas de 0.5%.
Esto sugiere que el número total de garrapatas con Borrelia burgorferi (la bacteria conocida por causar la enfermedad de Lyme) es considerablemente más alta que la estimada previamente.
Faith Smith, quien dirigió la investigación publicada en la revista Inmunología comparada, Microbiología y enfermedades infecciosas, dijo:
«La enfermedad de Lyme parece ser un problema creciente, que podría generar impactos tanto en la salud como en la economía. Sin mejorar la vigilancia y las pruebas de diagnóstico de rutina, es probable que la enfermedad de Lyme sea más prevalente.
«Los inviernos más cálidos también pueden extender la temporada activa de garrapatas, mientras que el crecimiento de las poblaciones silvestres hospedadoras, como el venado, permitirá que aumente la población de garrapatas».
Las picaduras de garrapatas infectadas son bastante fáciles de perder y pueden tardar hasta cuatro semanas en aparecer. Cualquiera que haya sido mordido debe estar atento a un salpullido rojo tipo «ojo de buey» que aparece alrededor de la picadura y síntomas parecidos a la gripe, como dolores de cabeza, cansancio y dolor en las articulaciones. Las personas que experimentan estos síntomas deben consultar a su médico de cabecera de inmediato.
La mayoría de las garrapatas no transmiten la infección, pero siempre deben eliminarse inmediatamente cuando se encuentran. Si no se trata, la enfermedad de Lyme se puede diseminar al cerebro y al corazón, y algunos pacientes pueden sufrir daños en los nervios, parálisis y ceguera en casos extremos.
El asesoramiento de la Agencia de Protección de la Salud es para que las personas permanezcan «conscientes del tic». Esto incluye apegarse a senderos en áreas boscosas y cubrir la piel donde sea posible. También aconsejan a las personas que se cepillen la ropa y los abrigos de las mascotas antes de regresar al interior para eliminar cualquier garrapata desatada.
Hable siempre con su veterinario si tiene alguna preocupación sobre la salud de su mascota y con su médico de cabecera si tiene dudas sobre su propia salud.