Tener una mascota es bueno para el alma. Nos hacen sonreír, brindan abundantes oportunidades para el afecto y la amistad, y nos introducen en un mundo completamente nuevo fuera de nuestras limitaciones humanas.
¿Alguna vez has visto a un perro de servicio en acción? Ellos salvan las vidas de sus dueños y luego se acuestan silenciosamente a sus pies en el entorno más concurrido.