Es casi imposible evitar completamente las lombrices en los perros, sin embargo, con un tratamiento regular y adecuado, podemos evitar que se convierta en un problema de salud grave para nuestros amigos de cuatro patas.
El riesgo de infección
Recuerde, los cachorros corren un mayor riesgo de desarrollar lombrices intestinales que los perros adultos. Algunos cachorros nacen con las larvas ya presentes, y algunos pueden desarrollarlo poco después de nacer con la leche materna. Los cachorros no destetados no son propensos a sufrir de tenia, ya que esto generalmente ocurre en perros adultos.
Regularidad del tratamiento
Cachorros y perros adultos se ven afectados por diferentes tipos de gusanos, y por lo tanto, los intervalos en los que se llevan a cabo los tratamientos difieren ligeramente. Desde la edad de tan solo 2 semanas, los cachorros deben ser desparasitados cada quince días para combatir los gusanos. Una vez que tiene 12 semanas, el tratamiento debe administrarse a intervalos de 3 meses a menos que los fabricantes o el veterinario le indiquen lo contrario.
Una vez que su perro se convierta en adulto, se debe desparasitar trimestralmente si los síntomas están presentes o no. En algunos casos, su veterinario puede recomendar desparasitar a su perro a intervalos más frecuentes, por ejemplo, si está sufriendo con pulgas, ya que estos portan huevos de tenia.
Tratamientos continuos
Un tratamiento singular no es suficiente para disuadir a los gusanos de por vida. La medicación no permanece activa en el cuerpo, y por lo tanto, no funciona como un tratamiento duradero para disuadir a los gusanos. La agitación debe eventualmente convertirse en parte de su rutina, especialmente haciendo intentos para evitar las pulgas.
Transmisión a los humanos
Si el posible deterioro de la salud de su perro no es un recordatorio suficiente para usted, entonces la posibilidad de contraerlo usted mismo debería serlo. El lombriz de perro Toxocara Canis es mejor conocido por dañar la salud humana. Los huevos microscópicos se tragan después del contacto con la tierra infectada, y esto puede provocar daños permanentes en la vista. Sin embargo, si desparasitas a tu perro regularmente, estás reduciendo el riesgo por completo.