Hay varios tratamientos para los cálculos renales. El tratamiento depende de la severidad de la condición, el tipo y tamaño de las piedras y la causa de la condición. Si los cálculos renales son pequeños y no causan muchas dificultades al paciente, pueden ser tratados con analgésicos y bebiendo mucha agua para eliminar las piedras de su tracto urinario.
La cirugía de cálculos renales se realiza en casos raros. Por otro lado, si ningún otro tratamiento fue exitoso y puede ser la única opción para usted. Si los cálculos renales son tan grandes que no pueden ser eliminados a través de su sistema urinario, la cirugía es la mejor opción. También hay otros casos donde se recomienda cirugía. Estos casos incluyen dificultades para orinar, sangre en la orina, cálculos renales como resultado de una infección y otros problemas con los riñones. Si el paciente tiene sobrepeso excesivo, la cirugía es preferible.
El procedimiento quirúrgico incluye una anestesia general y un corte en el abdomen o en la espalda. Cuando el cirujano llega al riñón, lo cortará hasta que la piedra se encuentre y se saque. Durante el procedimiento, el cirujano pondrá algo de hielo en sus riñones para prevenir la irritación. También instalará un catéter para que usted pase la orina mientras se recupera.
El tiempo de recuperación dura aproximadamente ocho días en el hospital y alrededor de cinco semanas de tratamiento en el hogar. Esto puede ser un período muy doloroso. También puede experimentar náuseas, fiebre e hinchazón de la herida.
Como cualquier otra cirugía, este procedimiento también conlleva ciertos riesgos y complicaciones. Las complicaciones pueden ser infección, sangrado e insuficiencia renal. Otras complicaciones implican efectos secundarios de la anestesia. Usted puede tener problemas cardiovasculares, problemas con los pulmones o su cerebro y los nervios también pueden ser dañados.
Hay otros procedimientos que tienen éxito en el tratamiento de cálculos renales. Un procedimiento de este tipo implica ondas sonoras. Las ondas sonoras se utilizan para romper piedras grandes en más pequeñas, para que puedan pasar a través de su orina. Este procedimiento puede ser doloroso, por lo que podría recibir una anestesia leve. También incluye algunas complicaciones tales como daño a los órganos circundantes y sangrado interno. Otro procedimiento es la ureteroscopia. Este procedimiento se realiza con un dispositivo médico tipo tubo, similar a un laparoscopio, que tiene una pequeña cámara al final. El dispositivo se conecta a un monitor para que el médico pueda ver en el interior de la uretra, vejiga y riñón. Una de las causas de los cálculos renales es sobre la producción de calcio en la glándula paratiroides y en este caso su médico le sugerirá la cirugía de la glándula paratiroidea para prevenir el desarrollo de la condición.