Los tiempos modernos traen los enfoques modernos de la medicina. Mejoras continuas en el conocimiento, la tecnología y la química revelan nuevas posibilidades cuando se trata de cirugía de la columna. Los procedimientos se vuelven cada vez menos invasivos, con menores riesgos y aún menor recuperación. Esto también es cierto para la radiculopatía cervical.
Se cree que el tratamiento de la radiculopatía cervical por la vía posterior es, en la mayoría de los casos, mejor que la técnica de discectomía y fusión anterior. Entre otros, la principal razón para esto podría ser que una laminectomía (operación columna vertebral, que implica la eliminación de una porción de un hueso vertebral – lámina) no da lugar a inestabilidad. Esto excluye la necesidad de un collar cervical y el paciente es capaz de funcionar mucho más pronto después de la intervención quirúrgica. Este tratamiento es también rentable, evita cicatrices innecesarias y desgaste adicional y desgaste en las articulaciones, que es un efecto secundario de la técnica de fusión.
La radiculopatía cervical es una condición en la que una de las raíces de los nervios espinales en el cuello se irrita y se comprime. Estas raíces nerviosas se pueden encontrar en el canal espinal y neuroforamen (aberturas entre dos vértebras donde las raíces nerviosas salen de la columna vertebral).
Hay muchas razones por las cuales una raíz nerviosa podría irritarse, pero lo importante es las posibles consecuencias de la propia irritación. Estos incluyen una serie de inconsistencias sensoriales o motoras, incluyendo dolor, hormigueo, entumecimiento (sensorial), debilidad o pérdida del reflejo (motor). Estos síntomas pueden aparecer en el cuello, hombros, brazos, manos y dedos.
Dependiendo de la causa de la dolencia, uno de los primeros pasos puede incluir un tratamiento no quirúrgico. Esto podría ser administrado mediante el uso de medicación o terapia física. Aún así, en muchos casos, la cirugía es la única respuesta.
Hubo un estudio que incluyó a 502 pacientes que sufren de esta condición. 200 de estos 502 optaron por tener una cirugía de la columna «ambulatoria». Estos se llevaron a cabo bajo anestesia general a través de la vía posterior. Un laminoforaminotomy se llevó a cabo en las zonas afectadas. Este procedimiento permite el acceso a las raíces nerviosas afectadas.
Los pacientes fueron monitorizados durante varias horas después de la cirugía. Ellos fueron dados de alta cuando se reunieron los criterios necesarios. Ninguno de los pacientes se mantuvo para la recuperación, y de los 200, 183 pacientes fueron seguidos durante 19 meses en promedio.
En comparación con los pacientes que fueron hospitalizados después, los resultados no difieren mucho. El estudio demostró que el procedimiento en sí es seguro, sin signos de infecciones o complicaciones mayores.
Teniendo en cuenta el hecho de que no todos los pacientes son elegibles para radiculopatía cervical, los resultados del estudio son todavía muy alentador. Presentan un ambiente positivo, libre de riesgos innecesarios, lo cual es una gran base para futuras mejoras.