La disfunción del tendón tibial posterior es una afección cuando el tendón tibial posterior se lesiona, estira, desgarra o inflama. El tendón tibial posterior es una de las partes más importantes del pie y la pierna.
Este tendón está unido a los huesos del pie y sostiene el arco del pie hacia arriba y también proporciona apoyo mientras está de pie o caminando. Los síntomas de la disfunción del tendón tibial posterior incluyen dolor en el arco del pie o dentro del tobillo mientras está de pie o caminando, aplanamiento del pie, hinchazón del tendón, debilidad en el pie y la parte inferior de la pierna y dolor al estar de pie sobre los dedos del pie. Las personas con sobrepeso y atletas son propensas a la disfunción del tendón tibial posterior porque los tendones en el pie y tobillo soportan una presión excesiva.
Tratamiento
Si el daño o la inflamación del tendón tibial posterior no son graves, es posible que su médico le recomiende almohadillas para zapatos o calzado especialmente diseñado para sostener el arco. Otra opción de tratamiento incluye aparatos ortopédicos que sujetarán el arco y el tobillo. En caso de inflamación e hinchazón, se le pueden administrar medicamentos o inyecciones antiinflamatorias. En caso de que estos tratamientos no mejoren su condición, su médico recomendará la cirugía.
Cirugía
El procedimiento quirúrgico depende de la gravedad del problema con el tendón tibial posterior. Algunos procedimientos implican extraer una parte del hueso y alinear el resto de los huesos del pie y el tobillo. En algunos casos, se juntan uno o más huesos para proporcionar el soporte del arco adecuado y evitar daños adicionales del tendón tibial posterior. Hay casos en que las fibras se cosechan de algún otro tendón en el cuerpo del paciente y se utilizan para restaurar el tendón dañado en el pie. En caso de inflamación, se elimina el tejido afectado.
Recuperación
El tiempo de recuperación depende de la complejidad del procedimiento quirúrgico, su peso y su salud general. Se estima que necesitará entre 5 y 8 semanas para recuperarse de la cirugía. Las personas que gozan de buena salud y que comen alimentos bien balanceados necesitarán menos tiempo para recuperarse. Las personas con sobrepeso, ancianos y fumadores necesitarán más tiempo. Los primeros dos días son cruciales para una recuperación adecuada. Debe mantener su pierna levantada y debe aplicar compresiones de hielo en la incisión para reducir y aliviar el dolor y la hinchazón que son comunes después de cada cirugía. También es posible que necesite utilizar dispositivos de apoyo como muletas o sillas de ruedas durante varias semanas después del procedimiento. También es importante cuidar la herida para prevenir infecciones.