Los mentirosos patológicos están sufriendo de una enfermedad y no pueden controlar su mentira. Sin embargo, la enfermedad no se puede definir específicamente psicológicamente. No existe un tratamiento específico para la mentira patológica, ya que suele estar presente como un síntoma de alguna otra condición subyacente, como déficit de atención, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de personalidad antisocial o trastorno de hiperactividad.
Algunos estudios han demostrado que los mentirosos patológicos tienen un cerebro que es un poco diferente que el cerebro de un ser humano normal que no siente urgencia por mentir.
Los mentirosos patológicos tienen más de un cuarto de la materia blanca en la corteza prefrontal del cerebro de las personas que no sufren de trastornos psicológicos. En menores cantidades de la sustancia blanca se asocian con personas que sufren de autismo y por lo general son incapaces de decir mentiras. La conclusión es que las cantidades en exceso de la materia blanca en el cerebro aumentan el impulso y capacidad de mentir.
Los niños se vuelven mucho más creíblemente mentirosos alrededor de los 10 años y es exactamente la edad en que se desarrolla la sustancia blanca, especialmente en la corteza prefrontal. El exceso de materia blanca por lo general conduce a esta condición comúnmente conocida como la mentira patológica. Por desgracia no hay ideas sobre una posible manera de tratar esta condición y ninguna investigación ha mostrado ningún resultado. Los condición resulta de una estructura específica del cerebro de uno y, al igual que el autismo, no pueden ser tratados.
En la mayoría de los casos, los mentirosos patológicos sufren de alguna otra condición médica que puede ser tratada por ciertos tipos de medicación. Con el fin de tratar al paciente adecuadamente, el médico siempre debe ser extremadamente preciso en el diagnóstico de estas enfermedades subyacentes, porque el tipo equivocado de la medicación podría empeorar la condición actual.
Las condiciones subyacentes y trastorno de la personalidad que los mentirosos patológicos padecen y pueden ser tratados con medicamentos psiquiátricos y la terapia cognitiva conductual también. El tratamiento conduce a una eliminación de la enfermedad subyacente con el fin de detener a la persona de la mentira patológica. Es muy importante que la persona tratada cumple con la terapia y los medicamentos, aunque a veces las personas con trastorno antisocial no quieren ser tratados.
Un mentiroso patológico deben estar comprometidos con la terapia y tener la tendrá que tomar medicamentos con el fin de ser curado. El principal problema es que los mentirosos pueden mentir acerca de tomar su medicación, el efecto que tiene la medicación, y la vida en general, por lo que puede afectar a la eficacia de la terapia. Ningún tratamiento funciona para todos los pacientes, pero por suerte, para algunos de ellos se han curado con éxito.