El vómito, en general, es un proceso de expulsión del contenido de su estómago por vía oral. Esto puede suceder por numerosas razones.
Muchas personas lo asocian con exceso de indulgencia con el alcohol. Sin embargo, la intoxicación estomacal, numerosas infecciones e incluso tumores pueden respaldar esta acción altamente desagradable. Algunas personas tienden a vomitar mientras viajan o después de estar estresadas o asqueadas por algunos olores o lugares de interés. Verdaderamente, las razones son muchas. Desafortunadamente, los efectos negativos de esta acción son muchos también.
Proceso de vómito
El proceso de vómito consta de dos partes. El primero está conectado principalmente a una acción del estómago que a menudo percibe como hipo. Sin embargo, éste no es el caso. Por el contrario, las contracciones estomacales se emplean para desencadenar la segunda fase. La segunda fase incluye la expulsión de los propios contenidos gástricos. La náusea es la sensación más común antes de que todo el proceso tenga lugar.
Riesgos relacionados con los vómitos
En primer lugar, existe el riesgo de asfixia. A saber, durante el vómito, algunas partes de las sustancias expulsadas pueden quedar atrapadas en el tracto respiratorio incapacitando su proceso de respiración y causando posibles riesgos de vida. Nuestro organismo habitualmente combate estos riesgos mediante la tos o acciones similares. Sin embargo, a veces no podemos expulsar el contenido gástrico y puede estar en riesgo de asfixia.
Lo terrible de los vómitos es que expulsamos todas las sustancias nutritivas, incluidas grandes cantidades de agua durante el proceso. Esto conduce a la deshidratación, así como a muchas otras deficiencias nutritivas que posiblemente pongan en peligro la vida. En tales casos, nuestros otros órganos comienzan a compensar las sustancias perdidas. Sin embargo, si el vómito continúa, puede llevar a nuestro organismo al agotamiento y tener resultados letales.
Los vómitos persistentes y frecuentes también pueden tener otros efectos secundarios. Se pueden crear pequeños desgarros al introducir sangre en el propio vómito. Además, los ácidos del vómito pueden dañar nuestros dientes y provocar su descomposición.
Estimulación cerebral
Hay receptores en el cerebro que, cuando son estimulados, pueden causar vómitos. Esta estimulación puede provenir de algunas drogas y sustancias o del propio organismo, en caso de intoxicación, infecciones o situaciones similares. Se sabe que la quimioterapia, la radioterapia y procedimientos similares activan estos receptores cerebrales, causando así vómitos. El estrés, la tensión mental excesiva o los golpes también pueden producir el mismo efecto.
Útil aunque desafortunado
Finalmente, por más desagradable que sea el proceso de vómitos, los médicos pueden analizar la sustancia expulsada para identificar la afección subyacente que la causa. El color, el olor y el contenido son todos de gran importancia, cuando se trata de este análisis, ya que las diferentes condiciones causan diferentes tipos y características de vómito.