La depilación láser es un procedimiento que implica un haz de luz pulsante con el fin de eliminar el vello no deseado. El haz pasa a través de la piel a los folículos del pelo y los daña con calor para inhibir cualquier crecimiento adicional del pelo.
Este procedimiento ralentiza el crecimiento del cabello, pero no puede impedir que el pelo crezca de forma permanente. Uno suele necesitar varios tratamientos y funciona mejor para las personas con el pelo oscuro y la piel clara. El procedimiento se utiliza comúnmente para eliminar el vello no deseado en las axilas, el labio superior, las piernas, la línea del bikini y la barbilla. Se puede hacer en prácticamente todas las áreas del cuerpo humano. Este procedimiento plantea ciertos riesgos de efectos secundarios que deben ser discutidos.
Posibles efectos adversos
La mayor preocupación de cada paciente es la posibilidad de cicatrización después del tratamiento de reducción del crecimiento del cabello con un láser. Este fue el caso de la piel curtida, pero la tecnología láser moderna elimina cualquier posibilidad de cicatrices en la actualidad. El láser puede causar graves daños a los ojos por lo que es de extrema importancia evitar el contacto del láser con los ojos. Los operadores y los pacientes deben usar gafas protectoras específicas en todo momento durante el procedimiento. El procedimiento también es conocido para los tatuajes. El área tratada de la piel a veces puede llegar a rojo justo después del procedimiento, pero es un efecto secundario menor común del tratamiento.
La ampolladura de la piel solía ser un efecto secundario común antes, pero hoy en día la depilación láser implica dispositivos eficientes de refrigeración que eliminan la aparición de ampollas. El enfriamiento del tejido se realiza mediante pulverización congelada o por medio de una punta de enfriamiento de contacto. El enfriamiento debe hacerse para proteger la piel de demasiada exposición a altas temperaturas. Los láseres de rubí y alexandrita a veces pueden desencadenar costras y esto ocurre principalmente porque una determinada área de la piel es tratada repetidamente.
En casos raros, una infección de la herida puede ocurrir después del procedimiento con láser. Las heridas en sí mismas rara vez se pueden ver en la dermis, pero sin embargo, si la infección se produce puede ser tratada con antibióticos y otros medicamentos para las infecciones virales. El procedimiento también puede desencadenar hiper pigmentación de la piel debido a la exposición al láser. La deposición de pigmento se incrementa y la piel se vuelve ligeramente más oscura, pero generalmente ocurre en personas que ya tienen una piel bronceada. Estos efectos secundarios se pueden tratar fácilmente con materiales blanqueadores. La exposición múltiple del laser puede también accionar el aligeramiento de la dermis, aunque esta condición no es permanente y se cura sola.