La luteína recibió su nombre de la palabra latina luteus, que se traduce como amarillo.
La luteína es un pigmento amarillo que proviene del grupo de xantofilas y generalmente se asocia con efectos positivos y beneficiosos que tiene en el cuerpo humano. También proviene de la familia de los carotenoides y está en estrecha relación con la vitamina A y el betacaroteno. Se puede encontrar en abundancia en ciertos tipos de alimentos como kiwis, brócoli, naranjas, uvas, espinacas y maíz. Es una creencia común que es más beneficioso si se ingiere con comidas que tienen altos contenidos de grasa.
La luteína es conocida por sus numerosos beneficios para la salud y es especialmente eficaz en la prevención de diferentes tipos de enfermedades oculares. Hoy en día se puede obtener a través del uso de diferentes suplementos de luteína. El más popular de todos es la luteína de ocuvite, un suplemento multivitamínico cargado de minerales y fuertes propiedades antioxidantes.
Efectos secundarios
La luteína siempre debe consumirse en su forma normal y natural, en lugar de ser ingerida por medio de pastillas artificiales. Esto se debe a que el tipo artificial de luteína en realidad se almacena en el cuerpo humano, ya que no puede ser producida o procesada por el cuerpo humano. La luteína se deposita en la piel y los ojos humanos. Cuando una persona mantiene una ingesta saludable de luteína natural, no se deposita, lo que significa que es mucho más saludable y no es perjudicial de ninguna manera.
La luteína puede ser muy útil cuando se trata de la reducción del proceso de envejecimiento de la vista. Una ingesta cuidadosamente medida de luteína puede reducir significativamente el riesgo de cáncer, la degeneración macular relacionada con la edad o algunos otros trastornos de la retina. Los efectos secundarios de la luteína dependen de una gran cantidad de factores diferentes. Dichos factores incluyen la edad, el peso, el estado de género de la vista y ciertos otros hechos sobre el paciente en particular. La ingestión de luteína debe ser cuidadosamente observada por un médico o incluso mejor, un oftalmólogo.
La luteína es responsable de los dos efectos secundarios negativos más comunes. El primero es bastante genérico y puede incluir síntomas de resfriado común, tos, problemas respiratorios y dolor en el pecho. Los casos severos también pueden caracterizarse por hinchazón y picazón en la piel del rostro. Los casos raros pueden incluir problemas de visión, picazón en los ojos, ciertos problemas digestivos y acidez estomacal. También puede desencadenar carotenosis, que puede ser reconocida por la decoloración de la piel.