La rosuvastatina es un medicamento aprobado oficialmente para el tratamiento de diversas enfermedades cardíacas, que incluyen colesterol alto y triglicéridos altos.
Al igual que la mayoría de los medicamentos del grupo de estatinas, a los que pertenece también la rosuvastatina, debe ser recetada por el médico. Tiene la capacidad de bloquear la enzima que controla la cantidad de producción de colesterol en el cuerpo de una persona, por lo que este medicament es útil cuando es necesario para disminuir el riesgo de varios problemas cardíacos graves, como ataques de calor y accidentes cerebrovasculares, y para retrasar el desarrollo de la aterosclerosis. También es conocido bajo la marca Crestor.
Los efectos secundarios de la rosuvastatina
En primer lugar, para evitar problemas graves que puede causar el uso inadecuado de este medicamento, es necesario conocer las condiciones en las que no debe utilizarse. El uso de este medicamento puede no ser perfectamente seguro en los casos de pacientes que sufren de hipotiroidismo o cualquier tipo de reacción alérgica, por lo que su médico debe estar familiarizado con su estado de salud antes de recetarlo. Además, se debe informar al médico con anticipación si el paciente va a someterse a una cirugía, si el paciente tiene o solía tener problemas con el alcoholismo, si esta amamantando a su bebé o esta embarazadas. Por otro lado, las personas que usan otros medicamentos, incluso otros medicamentos de este grupo, deben informar a su médico al respecto, porque algunas combinaciones pueden causar complicaciones y consecuencias muy graves debido a la interacción.
En términos generales, la rosuvastatina es un medicamento muy seguro y los pacientes rara vez se quejan de los efectos secundarios. Sin embargo, son posibles y el paciente debe estar familiarizado con ellos para reaccionar adecuadamente cuando sea necesario. Los más graves, pero al mismo tiempo muy infrecuentes, son signos de reacciones alérgicas, pérdida de memoria, dolor y debilidad de los músculos, signos que indican ciertos problemas en el funcionamiento del hígado y signos de pancreatitis. Un síntoma que también debería indicar que la visita al médico es necesaria es el aumento de la micción. Los efectos secundarios que son un poco más frecuentes, pero no graves, son dolor en las articulaciones, náuseas, dolor de cabeza, dolor en el abdomen, estreñimiento, mareos y sensación general de debilidad corporal.