Los tratamientos caseros pueden a veces ayuda a evitar un viaje innecesario al médico. Sin embargo, ellos son causados cuando estos métodos le ahorrarán problemas de visitar otro médico – un veterinario.
La tos de las perreras representa una infección respiratoria superior, parecido a un resfriado común. Un número de virus y bacterias que normalmente se encuentran en el aire puede ser responsable de esta condición. No va a ser una sorpresa, se trata en la mayoría de los perros experimentan esta enfermedad en algún momento de sus vidas.
Una manifestación típica de la tos de las perreras puede durar hasta 3 semanas. Esta es una presentación suave que rara vez se requiere ningún tratamiento en absoluto. Como en este caso con la mayoría de las enfermedades, los cachorros y perros de edad avanzada tienen el tiempo más difícil en la resistencia a la infección.
La tos de las perreras no representa una amenaza directa a la vida, pero puede llevar a otras complicaciones, como la neumonía. Es por esto que se recomienda tener a los animales vacunados.
Si el perro de una persona tose de forma intermitente, con frecuencia progresiva, y sobre todo durante la noche, hay una buena probabilidad de que tenga la tos de las perreras. Algunos otros síntomas son ojos llorosos, secreción nasal, vómito mucosos etc.
Hay maneras fiables para determinar si un perro tiene tos de las perreras. Un veterinario promedio, probablemente, utilizaría los mismos métodos en su propio examen. Al colocar la mano en la tráquea del perro y presionando suavemente una persona puede desencadenar una reacción que confirma el diagnóstico de sospecha. A saber, si, después de aplicar la presión, el perro responde inmediatamente con la tos, es un signo seguro de la tos de las perreras.
Una infección resultante de esta condición también puede llegar a ser un problema grave, por lo que no debe de dejar de consultar a un veterinario. El tratamiento habitual consiste en un antibiótico que se utiliza para combatir estas infecciones. Aún así, aquí hay algunos consejos de tratamiento en el hogar que puede ahorrar tiempo y dinero:
- Mantener al perro cálido y sin corrientes de aire.
- Retire el collar a fin de evitar la inducción de la tos.
- Animar al perro a beber mucha agua.
- Proporcionar comida húmeda para calmar una posible irritación de la garganta.
El alivio adicional se puede lograr por medio de un tratamiento de vaporización. Esto es para ser administrado tres veces al día. El vapor es probable que ayude a abrir los tubos bronquiales. Esto a su vez hace la tos más productiva.
Es importante tener en cuenta el hecho de que nadie sabe como está la salud de un perro, así como su propietario. En última instancia, el propietario decide sobre la conveniencia de llevar a su perro al veterinario o no. Esta es una responsabilidad que no debe tomarse a la ligera.