La enfermedad inflamatoria pélvica crónica es básicamente una enfermedad pélvica inflamatoria (EIP) que está en curso y es persistente. La EIP es una afección por la cual los órganos pélvicos de una mujer están inflamados o infectados. Esos órganos incluyen el útero, las trompas de Falopio, los ovarios y el cuello uterino.
Causas de la enfermedad inflamatoria pélvica crónica
La enfermedad pélvica inflamatoria es causada por bacterias que se desplazan hacia arriba desde la vagina y afectan los órganos pélvicos. Muchas bacterias diferentes pueden causar la EIP pero generalmente esas son las bacterias que causan dos enfermedades de transmisión sexual comunes o ETS: gonorrea y clamidia. Puede llevar de varios días a varias semanas hasta que la bacteria se traslade al útero, los ovarios, las trompas de Falopio y el cuello uterino.
La EIP también puede ser causada por infecciones que no sean de ETS. Por ejemplo, las bacterias que normalmente están presentes en una vagina sana pueden multiplicarse y causar una infección. La causa exacta de esto no es completamente conocida.
Signos y síntomas de enfermedad inflamatoria pélvica crónica
EIP crónica significa que una mujer padece síntomas agudos durante un período prolongado. Los síntomas no mejoran, y de hecho, pueden empeorar. Esos síntomas pueden incluir fiebre, flujo vaginal maloliente, dolor o ardor durante las relaciones sexuales o la micción, períodos menstruales irregulares, dolor abdominal y calambres.
Diagnóstico y tratamiento para la enfermedad inflamatoria pélvica crónica
Los síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica deben ser informados a un médico tan pronto como comiencen. Esa es la única manera eficiente de evitar tener una enfermedad crónica, que posiblemente puede conducir a complicaciones mucho más graves.
El diagnóstico de EIP se basa en un examen físico, que comprende palpitaciones del abdomen y exámenes internos o pélvicos, durante los cuales el médico buscará flujo vaginal anormal, abscesos cerca o en los ovarios o en los tubos, así como dolor o sensibilidad en el interior de los órganos pélvicos. También se puede realizar un ultrasonido para obtener una mejor visión del área pélvica. La biopsia endometrial y la laparoscopía se realizan en muchos casos de EIP crónica, especialmente si la enfermedad no responde a la medicación.
La enfermedad inflamatoria pélvica debe tratarse con antibióticos. La EIP crónica a menudo resulta del hecho de que una mujer no tomó todos los antibióticos recetados o no siguió las instrucciones. En casos severos, una mujer puede necesitar ser ingresada en un hospital para que su condición pueda ser monitoreada.
También se recomienda investigar cuál es el motivo de una infección recurrente o en curso. En caso de que existan otros factores involucrados, no solo la infección pélvica primaria, esos factores también deben abordarse.
La EIP crónica se debe tratar a fondo, de lo contrario puede causar complicaciones importantes, incluida la esterilidad.