SDRC es un corto plazo para la condición crónica conocida como síndrome de dolor regional complejo, que rara vez afecta a otras partes del cuerpo que no sean el brazo o la pierna. Hay dos tipos de esta condición, una conocida también como distrofia simpática refleja, en la que no hay daños evidentes del nervio y otro tipo, conocida como causalgia, en el que el daño nervioso está presente y obvio.
Según las estadísticas, esta condición es algo más frecuente en las mujeres que en los hombres, pero el hecho es que prácticamente puede afectar a cualquiera, independientemente del sexo o la edad e incluso a los niños pequeños.
Causas y síntomas del síndrome doloroso regional complejo
En cuanto a las causas de este síndrome se refiere es interesante que no son realmente conocidos. Es un hecho que puede ser un resultado de alguna lesión, enfermedad o que puede ocurrir después de la cirugía, pero el problema con el reconocimiento y la determinación de la causa es en los casos en que no hay lesión en el sitio problemático y la paciente no tuvo ninguna cirugía. El primer tipo de CRPS es mucho más común que el segundo tipo y en cuanto a las causas, el primer tipo suele ser el resultado de alguna enfermedad, lesión o infección que no dejó ningún daño nervioso, mientras que el segundo es el resultado de una enfermedad directa de daño al nervio. Los ataques al corazón e incluso los esguinces de tobillos y fracturas también se han identificado como algunas de las causas. Sin embargo, independientemente de la causa, CRPS se manifiesta a través de dolor intenso ardor e hinchazón y a través de los cambios en la piel. Otros síntomas que también pueden estar presentes son espasmos musculares o incluso atrofia, capacidad limitada para mover el brazo o una pierna, la sensibilidad de la piel y el rápido crecimiento del cabello y las uñas.
Cura y el tratamiento
Cuanto antes se diagnostica esta condición, más exitoso será el tratamiento, por lo que es importante buscar ayuda médica tan pronto como se noten los primeros síntomas. No existe una cura para el síndrome doloroso regional complejo, pero es posible mejorar la movilidad de las partes afectadas del cuerpo y hacer desaparecer algunos de los síntomas. El tratamiento consistirá en medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos, que tendrán el propósito de aliviar el dolor y los corticosteroides para reducir la inflamación, pero en algunos casos, incluso algunos antidepresivos pueden ser recetados. También se aconsejará la terapia física, mientras que los casos más graves pueden requerir el uso de impulsos eléctricos o la estimulación de la médula espinal y el aprendizaje de las técnicas de biorretroalimentación.