La deshidratación y la insolación se relacionan por que son causadas por la exposición excesiva al calor y ambas pueden ser potencialmente mortal si no es tratada a tiempo.
La deshidratación puede provenir de la exposición excesiva al calor o como efecto secundario de la diarrea, vómitos o fiebre. Normalmente, una persona pierde cantidades de agua a través del sudor, la orina y las heces, y el agua es reemplazada por la ingesta de líquidos y alimentos que contiene agua. La deshidratación provoca la pérdida de agua y sales del cuerpo esencial. A veces puede ser causada por medicamentos. En cualquier caso, la deshidratación debe ser tratada inmediatamente.
La deshidratación se reconoce fácilmente por la sed, disminución de la orina, piel seca, fatiga, mareos, sequedad de boca y un aumento del ritmo cardíaco y dificultad para respirar. En los niños puede incluir fiebre, irritabilidad, falta de lágrimas y el abdomen hundido, los ojos o las mejillas.
En su forma más temprana puede tratarse con tratamientos en el hogar de acuerdo a las instrucciones dadas por un médico. La deshidratación leve puede ser tratada con el consumo de líquidos, especialmente diversas bebidas para deportistas, ya que son buenos para restablecer el equilibrio de sal y electrolitos también. La deshidratación moderada y grave puede requerir hospitalización y líquidos por vía intravenosa.
Para evitar la deshidratación, uno debe beber mucho líquido cuando se expone al sol durante largos periodos de tiempo a fin de tener en más fluido que la cantidad que se pierde. Las actividades físicas pueden planificarse de manera que se llevan a cabo durante las partes más frescas del día. Pedialyte y soluciones similares se pueden utilizar en mantener el equilibrio de electrolitos.
El golpe de calor es una condición en la cual una persona no suda lo suficiente para bajar la temperatura corporal causada por la exposición extrema al sol, y es potencialmente mortal si no se trata con urgencia. A veces, el sistema de enfriamiento natural en el cuerpo no puede sudar suficiente agua en altas temperaturas debido al exceso de exposición al calor, que hace el golpe de calor. Los síntomas de un golpe de calor son similares a los de la deshidratación aunque son más severos e incluyen una temperatura corporal alta, convulsiones, pérdida de la conciencia y alucinaciones.
Una persona que ha sufrido un golpe de calor estará en gran peligro de daños permanentes o incluso la muerte y debe ser tomado adentro inmediatamente. Una vez que la ropa se han eliminado, el agua fría se debe aplicar suavemente a la piel con el fin de estimular la sudoración.
La persona debe estar expuesta a un ventilador o algún tipo de ventilación artificial después.
Las compresas de hielo se pueden aplicar a las axilas y la ingle, y la persona tiene que descansar en una zona fresca con los pies elevados. Los líquidos intravenosos se requieren en la mayoría de los casos. Las precauciones que protegen de la insolación son prácticamente los mismos que los utilizados para la deshidratación.