La fibrosis quística es un término usado para la enfermedad grave que afecta a los pulmones, el sistema digestivo, glándulas sudoríparas y la fertilidad masculina. Este trastorno se hereda y generalmente causa daño pulmonar grave y deficiencias nutricionales.
Debido a la fibrosis quística el cuerpo es incapaz de moverse eficazmente, para llevar el agua y la sal fuera de las células. Esos jugos de células en el páncreas y los pulmones que producen el sudor y el moco, se ven afectados de esa manera y se vuelven gruesas, bloqueando así los pasadizos. La fibrosis quística se encuentra generalmente en personas de raza blanca en el norte de Europa. Antiguamente los niños murieron en la adolescencia debido a la fibrosis quística, pero hoy en día, debido a los medicamentos y tratamientos adecuados, las personas que sufre de esta enfermedad pueden vivir mucho más tiempo y llegar a los 50 o 60 años.
La fibrosis quística tiene sus signos y síntomas de advertencia. Pueden aparecer solas o en combinación, y pueden variar de un niño a otro. Por lo general, no aparecen en la infancia, pero en algunos casos el primer síntoma aparece en la adolescencia o la edad adulta. Uno de los síntomas más frecuentes de la fibrosis quística es la cantidad de sal en el sudor del niño que aumenta y es fácilmente descubierto cuando los padres besan a sus hijos. Cuando la persona sufre de fibrosis cística, por lo general los síntomas aparecen en el sistema digestivo y el sistema respiratorio.
La fibrosis quística hace el moco espeso en los tubos de los pulmones y esto hace que sea difícil para que el aire se mueva dentro y fuera de los pulmones. Debido a esto, se producen varios síntomas, como la tos constante, jadeante, y falta de aliento. Las personas que padecen fibrosis quística también tienen problemas e infecciones sinusales y pulmonares recurrentes. La fibrosis quística también afecta al sistema digestivo de manera que los bloques de moco espeso en los tubos transmiten las enzimas de páncreas al intestino. Esto hace que el estómago esté hinchado, de olor fétido y las heces grasientas y junto con obstrucción intestinal. Las personas que tienen fibrosis quística generalmente se quejan de la incapacidad para aumentar de peso o para crecer normalmente.
Es muy importante ponerse en contacto con el médico, si los padres notan ciertos síntomas en sus hijos, tales como difícil y tos persistente, heces grasas y malolientes, problemas de crecimiento, así como infecciones de los senos o pulmones frecuentes. Si el niño tiene un problema con la respiración y no puede respirar normalmente es crucial visitar al médico. Hay varias maneras de cómo se puede aliviar los síntomas de la fibrosis quística. Se recomienda a los pacientes beber tanto líquido como sea posible, ejercer con frecuencia, a tomar algún tipo de nutrición de alto contenido calórico suplementario, enzimas pancreáticas orales, para cuidar el sistema inmunológico, mediante la vacunación regular, y para evitar o eliminar el tabaquismo.