Las mujeres embarazadas deben tomar el cuidado especial de sí mismas, ya que no son responsables sólo por su propia salud y bienestar, sino también por el de su feto. Las mujeres que están a punto de convertirse en madres tienen mayor necesidad de ciertos nutrientes, como el folato, y deben evitar algunos alimentos y bebidas, como el alcohol.
Ingesta diaria recomendada de diferentes grupos de alimentos
Una dieta sana y variada para las mujeres embarazadas es un imperativo. Deben consumir productos de todos los grupos de alimentos.
Se recomienda que la mujer embarazada tenga de cuatro a seis porciones de alimentos como pan, pasta, arroz, cereales y alimentos similares. Una porción puede significar dos rebanadas de pan, una taza de pasta o arroz, una taza y media de cereales para el desayuno.
Los alimentos que pertenecen a las verduras y legumbres se deben dividir en cinco o seis porciones. Esto incluye todas las verduras, preferiblemente frescas, y las legumbres como frijoles, garbanzos y lentejas.
La fruta debe estar presente en la dieta de una mujer embarazada, y la ingesta recomendada es de al menos cuatro porciones. Se prefiere fruta fresca y orgánica.
Productos lácteos, como leche, yogur y queso deben venir en dos porciones.
El requisito del cuerpo de la proteína se satisface mejor con la carne, los pescados y los huevos. La dosis recomendada es de una porción y media.
Grasas y aceites se pueden cubrir con los dos pliegos utilizados en el pan y con nueces, que contienen altos niveles de grasa beneficiosa.
Aumento de peso
Un cierto aumento de peso no es solamente normal, sino también agradable para las madres. Lo que exactamente un aumento de peso saludable es depende del peso antes del embarazo y de algunas características individuales y constitución, lo mejor es discutirlo con el médico.
El embarazo no es el momento de bajar de peso. La dieta puede dañar al bebé y habrá un montón de tiempo una vez que nazca el bebé.
Necesidad de vitaminas y minerales
Las mujeres embarazadas requieren más vitaminas y minerales. Esto va particularmente para el hierro, el zinc, la vitamina C, el folato y el yodo.
El hierro se puede tomar como un suplemento, en forma de alimentos fortificados o en su forma natural, carne roja y verduras de hoja verde. La carne roja también es una buena fuente de zinc.
La vitamina C se puede encontrar en los cítricos y en verduras como brócoli, pimientos, col y coliflor. Un vaso de jugo de cítricos fresco es una excelente manera de elevar los niveles de vitamina C.
Las mujeres embarazadas necesitan folato, que es una vitamina del grupo B, con el fin de reducir el riesgo de defectos de nacimiento para su bebé. El folato debe tomarse como un suplemento durante todo el embarazo.
El yodo es un mineral esencial necesario para las mujeres embarazadas. La deficiencia de yodo puede conducir a problemas con la glándula tiroides. El cuerpo necesita sólo pequeñas cantidades de este mineral, y una de sus mejores fuentes es el marisco.