Un quiste pilonidal es un saco lleno de líquido que se forma en la piel sobre el área del hueso coxofemoral. Por lo general, contiene restos de pelo y piel. La palabra «pilonidal» se deriva de las palabras latinas «pilus» (pelo) y «nidus» (nido). Los quistes pilonidales son más comunes en los hombres y por lo general ocurren en la edad adulta temprana. Estos quistes son a menudo inofensivos, pero si la infección se produce, dará lugar a dolor, inflamación y drenaje de pus.
La causa del quiste pilonidal es desconocida, pero la mayoría de los científicos creen que ocurre como una respuesta al pelo encarnado. Las personas pueden ser susceptibles a los quistes pilonidales debido a una presión excesiva o un trauma en la región sacrococcígea.
Síntomas de los quistes pilonidales
Un quiste pilonidal puede ser asintomático y manifestarse sólo como un pequeño agujero en la superficie de la piel en la parte inferior del coxis, cerca de la hendidura de las nalgas. Sin embargo, si el quiste se infecta puede convertirse en un absceso agudo, y se pueden desarrollar varios signos y síntomas.
Estos incluyen enrojecimiento y calor de la piel, hinchazón localizada en la parte inferior de la columna y dolor. El dolor puede ser tan severo que el individuo afectado puede tener dificultad para caminar y sentarse. Una abertura en la piel puede formar (un seno pilonidal) a través del cual el pus o sangre drena. A veces, puede haber más de un tracto sinusal. Además, el cabello puede sobresalir de un paso por debajo de la superficie de la piel que conecta el absceso con la abertura en la superficie de la piel. Rara vez, los quistes pilonidales infectados pueden ir acompañados de fiebre.
Tratamiento de quistes pilonidales
Los quistes pilonidales sin síntomas no requieren ningún tratamiento. Los quistes pilonidales infectados, por otra parte, tienen que ser drenados. El procedimiento se realiza bajo anestesia local. Un médico hace una incisión sobre el área afectada y drena el pus. El pelo y otros desechos se eliminan y la herida se envasa con gasa y se deja curar. Este tratamiento no es completamente eficaz y el 40% de los pacientes experimentan recurrencia de quistes pilonidales.
Para los quistes pilonidales recurrentes y complicados, el tratamiento implica un procedimiento quirúrgico más invasivo. Un cirujano corta el quiste para drenarlo y elimina el vello y otros desechos. La herida puede dejarse abierta y curarse de adentro hacia afuera o puede ser cerrada con puntos de sutura inmediatamente después del procedimiento, lo que acorta el tiempo de cicatrización pero conlleva un mayor riesgo de recurrencia.
Prevención de quistes pilonidales
Para evitar la formación de quistes pilonidales es importante mantener una buena higiene en el área del hueso del coxis. El área debe mantenerse limpia y seca, y el exceso de pelo debe ser removido con cremas depilatorias o afeitado. Los aceites y los remedios herbarios no se deben aplicar a la zona. También, se recomienda evitar el sentarse prolongado.