La incapacidad del corazón para proporcionar suficiente sangre rica en oxígeno para el cuerpo se conoce como insuficiencia cardíaca congestiva. Si algo como esto sucede repentinamente, un paciente necesita ser hospitalizado inmediatamente y tratado por los síntomas, tales como dolor severo en el pecho y problemas respiratorios. La insuficiencia cardíaca congestiva también puede ser una condición crónica y en ese caso los síntomas se desarrollan muy lentamente y pueden ser tratados en consecuencia.
Síntomas y causas de la insuficiencia cardíaca congestiva
Los pacientes que sufren de esta condición por lo general experimentan falta de aire, especialmente durante cualquier actividad física. Cualquier cosa física hace a estos pacientes extremadamente débiles y cansados. Muchos pacientes se quejan de tos o problemas respiratorios mientras están en posición acostada. La hinchazón de los brazos y las piernas es bastante frecuente entre los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva, especialmente hinchazón de las piernas o los tobillos. Aunque los pacientes no sienten ganas de comer, debido a la falta de apetito, hinchazón o edema (como también se conoce) puede aumentar su peso y causar problemas médicos adicionales. Los líquidos también pueden acumularse en el hígado, dando lugar a dolor abdominal potencialmente muy intenso y náuseas.
El estadio final de la insuficiencia cardíaca congestiva se caracteriza por dolor torácico, cansancio y actividades físicas seriamente limitadas.
Las enfermedades responsables del debilitamiento del músculo cardíaco son causas comunes de insuficiencia cardíaca congestiva. Estos incluyen enfermedades como la cardiopatía coronaria, cardiomiopatía, etc. Sin embargo, ciertos hábitos de estilo de vida como el alcoholismo y la edad también han sido reconocidos como factores que contribuyen al desarrollo de esta condición.
¿Qué se puede esperar?
La insuficiencia cardíaca congestiva tiene consecuencias graves y sólo el 20% de los pacientes diagnosticados con esta condición sobreviven más de 10 años y alrededor del 50% sobreviven entre 3 y 5 años después del diagnóstico. Según datos estadísticos, aproximadamente el 2% de la población sufre de esta enfermedad y 250.000 personas mueren de esta afección cada año.
Dado que muchos de estos pacientes son ancianos, la causa exacta de la insuficiencia cardíaca congestiva y la salud general del paciente determinan el pronóstico de la enfermedad. Se sabe que el estilo de vida y hábitos como fumar y beber alcohol contribuyen al mal pronóstico de los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva.
Las complicaciones médicas tales como edema pulmonar o latidos cardíacos irregulares pueden disminuir aún más las posibilidades de supervivencia de los pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva. El edema pulmonar puede ser responsable de alrededor del 70% de las mujeres y alrededor del 80% de las muertes de los pacientes varones dentro de los 5 años posteriores al momento del diagnóstico. El estadio final de la insuficiencia cardíaca congestiva no tiene buen pronóstico y muchas veces el latido del corazón irregular se determina como una causa de muerte de estos pacientes.