El eructo es un proceso de expulsión oral de gases. Está presente y es común tanto para niños como para adultos, más frecuente con algunos y menos con otros. Sin embargo, se considera grosero en la mayoría de las culturas, y como tal, puede colocar a una persona en una situación incómoda.
El eructo también produce un sonido específico y suele ir acompañado de un olor desagradable, lo que aumenta su inadecuación.
¿Cuándo y por qué hacemos eruptamos?
Muy a menudo, las personas tienden a eructar después de beber o comer algo rápido y en cantidades mayores. Por ejemplo, beber un vaso entero de cualquier bebida carbonatada a la vez seguramente dará como resultado esta acción de liberación de gas. La leche y los productos lácteos, así como algunas frutas y verduras también conducen a eructos, ya que desencadenan algunas acciones importantes en el estómago y el sistema digestivo. Además, algunas enfermedades u otras condiciones médicas pueden tener eructos como un efecto secundario debido a la naturaleza de la condición en sí o causada por ciertos medicamentos. Usar dentaduras inadecuadas o mascar chicle puede conducir a esta actividad. Finalmente, en algunas culturas, eructar después de la comida termina el proceso en sí y muestra su aceptación y aprecio por ello, así como su satisfacción con él.
Posibles remedios
Una de las muchas formas excelentes de reducir y eliminar el eructo como efecto secundario de comer y beber es la sopa. Comer sopa antes de cualquier otra comida anulará las posibilidades de eructar. Además, alternativamente, puede usar la menta como ingrediente, ya que tiene el mismo efecto.
Muchos tés elaborados a partir de numerosas hierbas tienen como rasgo positivo el poder de relajar nuestro estómago, eliminando así las posibilidades y la necesidad misma de la liberación de gas oral. Por lo tanto, tener el hábito de beber té regularmente lo hace menos propenso a eructar y disminuye sus posibilidades de esta acción en público. Además, el ajo, así como, asafetida proporcionan una valiosa adición que reduce los eructos.
Otro remedio ampliamente utilizado para la prevención de eructos es el bicarbonato de sodio. Tome una media cuchara y mézclela con un vaso de agua o quizás con un jugo de lima. Esta solución, seguramente lo liberará de cualquier necesidad de eructos. El limón, en general, se sabe que hace maravillas para el sistema digestivo, y como tal, es altamente eficaz para este propósito también.
Algunos consejos adicionales
La simple atención extra en la mesa del comedor puede ser suficiente para evitar la aparición de actividad eructora. Coma porciones más pequeñas organizadas durante el día, y cómaselas despacio, sin prisa, mientras se asegura de que su postura sea correcta. Es decir, siéntese con la espalda recta durante las comidas, no cuelgue sobre el plato. Finalmente, evite las bebidas alcohólicas, con base de cafeína y carbonatadas, así como cualquier alimento que usted sepa que provoque eructos. En lugar de eso, beba suficientes cantidades de agua.