De vez en cuando hay una cantidad excesiva de moco en las cavidades nasales que debe ser expulsado. Las membranas internas de la nariz ya son mucosas en las condiciones normales, ya que ese moco sirve como protección contra los gérmenes dañinos, contaminantes y alérgenos que pueden entrar en la cavidad nasal y así provocar algún proceso infeccioso del sistema respiratorio superior.
La infección es, en consecuencia, seguida por el proceso inflamatorio que es la respuesta normal del organismo. Este proceso se manifiesta siempre como la hinchazón de las membranas y el aumento de la producción del moco.
Por lo tanto, la descarga de la nariz es el indicador más destacado de algún trastorno, sin embargo, a veces puede acompañarse con sangrado y esa es la razón para prestar atención inmediata a este problema. Esto ocurre porque algunas lesiones de la membrana pueden ser creadas durante la acción excesiva y muy frecuente de tratar de expulsar el moco, con el acto de exhalar con fuerza a través de la nariz. Por lo tanto, esto es generalmente la consecuencia de sufrir del resfriado común.
Las causas del sangrado de la nariz
Sin embargo, el sangrado puede ocurrir en la región más profunda de la nariz (en ese caso, la sangre fluye a través de los dos conductos nasales y pasa a través de la garganta), o en el septum (la sangre fluye sólo a través de un paso nasal). Aunque esto suena bastante aterrador, este síntoma no designa ningún problema de salud grave y por lo general se trata rápidamente y con éxito.
Sin embargo, además del provocador más común de este problema, el cual se menciona anteriormente, el cambio en el clima y la humedad reducida del aire ambiental pueden conducir a que la membrana del tabique se seque y sea más probable que se agriete. Del mismo modo, las condiciones de aire rarificado hacen que la sangre se vuelva menos capaz de coagular, lo que podría ser también la razón de la hemorragia de la nariz. Además, las infecciones, tumores, lesiones por el dedo y los otros daños al septo y la calidad de la membrana mucosa son los posibles desencadenantes de la hemorragia de la nariz.
Cuando se trata del tratamiento, es esencial el cuidado de primeros auxilios. En primer lugar, la cabeza debe ser empujada hacia atrás, y debe ponerse un paquete de hielo sobre la nariz con el fin de reducir los vasos sanguíneos. Por otra parte, en cuanto a las medidas de precaución, es recomendable mantenerse alejado de meter los dedos en los conductos nasales, aplicar los aerosoles nasales durante las condiciones climáticas secas para evitar que el sangrado ocurra y para aumentar la ingesta de la vitamina C y E y los antioxidantes.