La artritis juvenil es una condición crónica que da lugar a la inflamación de una o más articulaciones y para que la condición se considere juvenil, debe comenzar en una persona que sea menor de 16 años.
Hay síntomas muy comunes para las personas con este problema que incluyen inflamación de las articulaciones, aunque los síntomas por lo general se comportan de manera muy diferente y podría requerir diferentes enfoques de tratamiento.
El inicio generalmente comienza con fiebres altas, una erupción cutánea y evidencia de inflamación en los órganos internos y las articulaciones.
El diez por ciento de los niños que sufren artritis tienen esta condición de artritis juvenil.
Por lo general, las personas consideran la artritis como una enfermedad que las personas mayores tienen, pero de hecho muchos niños pueden desarrollar artritis reumatoide de tipo adulto que comienza antes en sus vidas.
A pesar de que el niño puede desarrollar muchos de los mismos síntomas que se producen en los adultos con artritis, la principal diferencia es que un niño puede superar la artritis juvenil, mientras que la mayoría de los adultos tendrá el problema para el resto de sus vidas.
Sin embargo, las causas reales de la artritis juvenil son todavía desconocidas, aunque muchos creen que está muy estrechamente asociado con un problema autoinmune. Hay marcadores genéticos que se observan en ciertos tipos de artritis infantil.
En la forma más común, llamada artritis reumatoide juvenil (ARJ), los síntomas habituales son hinchazón de las articulaciones, dolor y rigidez, que es peor en la mañana o después de una siesta. El dolor por lo general limitará el movimiento de la articulación afectada, aunque muchos niños, especialmente los más jóvenes, no se quejan de que están sintiendo ningún dolor.
ARJ por lo general afecta a las rodillas y las articulaciones en las manos y los pies, algunos de los primeros signos podría ser ver a un niño flojo en la mañana porque su rodilla le duele. ARJ también causa fiebres altas y una erupción cutánea de color rosa claro.
Estos dos síntomas vienen y van muy rápidamente a veces. ARJ también hace que los ganglios linfáticos en el cuello y en otras partes del cuerpo tiendan a hincharse considerablemente.
En el caso de ARJ es mejor visitar a un pediatra. Dependiendo de la gravedad del caso, el médico podría derivarle a un especialista, como un reumatólogo (especialista en artritis infantil) o un cirujano ortopédico (especialista en huesos).
Lo mejor para los niños es mantener un alto nivel de actividad física y funcionamiento social. Las maneras diarias regulares de tratar la hinchazón y el dolor se pueden utilizar, por ejemplo usando compresas frías y calientes y los analgésicos sin receta. Un alto nivel de actividad física también es importante para mantener las articulaciones fuertes. A veces se recomienda la terapia física para que un niño pueda aprender ejercicios que le ayudarán a aliviar el dolor y los síntomas de hinchazón.