Todo el mundo que ha enfrentado algún trastorno de ansiedad es muy consciente de los inconvenientes y síntomas desagradables que lo acompañan. Sin embargo, lo bueno es que este problema puede ser tratado e incluso curado, lo que significa que aquellos que sufren de él no tienen que lidiar con él para el resto de su vida. Por eso es importante reconocer los síntomas y ser honesto con uno mismo sobre ellos y su presencia, así como dirigirse al especialista en este campo.
Terapia para la ansiedad
La terapia puede basarse en ciertos medicamentos, en la psicoterapia o en una forma de técnicas de relajación para la ansiedad, pero el hecho es que en muchos casos los mejores resultados se proporcionan cuando estos dos elementos se combinan. La persona en cuestión también debe ser consciente del hecho de que independientemente del método de tratamiento que el médico sugiere en un primer momento, no siempre significa que será el mejor método y que el éxito será garantizado. A menudo se deben probar varios métodos antes de que se descubra el más adecuado y eficaz.
- Los medicamentos que se pueden sugerir pueden pertenecer a la categoría de antidepresivos o benzodiazepinas, aunque los sedantes se prescriben sólo en un número limitado de circunstancias, ya que pueden formar una adicción. Es precisamente por esta razón por qué las benzodiazepinas no son una solución preferida a este problema. Sin embargo, cualquiera que sea el medicamento elegido, la persona debe estar familiarizada con los efectos secundarios que pueden ocurrir debido a su uso, y a que algunos efectos secundarios sólo pueden agravar el problema tratado.
- En cuanto al otro método de tratamiento, también es familiar como asesoramiento psicológico y su objetivo principal es el cambio en el comportamiento. Para lograr esto, las situaciones que causan estrés y preocupación deben ser identificadas en primer lugar, lo que es de particular importancia para las personas que sufren de ansiedad. Será mucho más fácil aprender a lidiar con estas situaciones y circunstancias una vez que la persona en cuestión se da cuenta de ellos.
- En los casos de trastornos de ansiedad, la terapia cognitivo-conductual se emplea con frecuencia. Su propósito es tratar de enseñar a una persona a reaccionar a los pensamientos o situaciones estresantes y negativas de una manera diferente y reemplazar pensamientos negativos y comportamiento con aquellos que son positivos. Esto es importante incluso para las personas que no sufren de ansiedad, porque a veces la situación no se puede cambiar, y lo único que una persona puede hacer es cambiar la forma en que él o ella responderá.