El trastorno de ansiedad es tratable, pero la elección del tratamiento, así como su eficacia y dinámica, dependen de muchos factores. Por esta razón, el tratamiento debe ser adaptado específicamente para cada individuo, con la ayuda de un profesional.
El enfoque estándar en el tratamiento del trastorno de ansiedad utiliza tanto la terapia como una forma de técnicas de relajación para la ansiedad o medicamentos, o la combinación de ambos.
Terapia
La terapia cognitivo-conductual o la TCC es una opción terapéutica establecida, efectiva y duradera para el trastorno de ansiedad. En este tipo de terapia, el paciente se centra en la identificación, la comprensión y el cambio de los patrones de pensamiento y comportamiento. Los efectos se observan generalmente en 12 a 16 semanas.
La terapia de exposición es una forma de TCC que implica un proceso para reducir las respuestas de ansiedad. En esta terapia, el paciente es gradualmente expuesto al objeto o una situación que causa miedo y ansiedad, haciéndose menos sensible a ella con el tiempo. La terapia de exposición también es útil para el trastorno obsesivo-compulsivo y las fobias.
Otras formas eficaces de terapia para el trastorno de ansiedad incluyen el psicoanálisis, la terapia de aceptación y compromiso o TAC, la terapia de conducta dialéctica o TCD, la terapia interpersonal o TIP y la desensibilización del movimiento de los ojos y la terapia de reprocesamiento.
Medicación
El tratamiento de medicamentos para la ansiedad es muy común, y a menudo se combina con alguna forma de terapia. Se cree que la combinación de los dos da mejores resultados. Los medicamentos son prescritos por un médico, que puede ser un médico general, médico de familia, pediatra o psiquiatra, y en muchos estados, por enfermeras profesionales.
La medicación puede ser un tratamiento a corto o largo plazo, dependiendo del individuo y de la naturaleza específica del trastorno. Sin embargo, a veces puede tomar algún tiempo encontrar la medicación que funciona mejor.
Hay cuatro clases principales de medicamentos utilizados en el tratamiento del trastorno de ansiedad. Se trata de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o ISRS, inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina o IRSN, benzodiazepinas y antidepresivos tricíclicos.
Cada una de estas clases tiene ciertos efectos secundarios, al igual que cualquier otro tipo de medicación. Estos efectos secundarios, dependiendo del tipo específico, pueden incluir mareos, náuseas, indigestión, somnolencia, insomnio, dolor de cabeza, aumento de peso y más.
ISRS se consideran los más eficaces y se utilizan como la primera línea de tratamiento para el trastorno de ansiedad. Las benzodiazepinas son muy eficaces, pero el uso a largo plazo puede requerir dosis incrementadas, lo que puede conducir a problemas de tolerancia y dependencia.
La medicación se debe tomar exactamente según lo instruido por el doctor. La mayoría de ellos no funcionará a la vez y su efecto completo se alcanzará después de varios días, semanas o incluso meses. En caso de que se produzcan efectos secundarios graves, es muy importante consultar a un médico.