¿Qué encontrarás aquí?
El proceso xifoideo es una pequeña pieza de cartílago en forma de espada que se osifica (se asemeja a un hueso) y se extiende desde la parte inferior del esternón, que es la coraza del pecho.
La importancia clínica de este hueso
El traumatismo del proceso xifoides puede provocar la fractura del esternón y puede provocar una laceración o perforación del diafragma o incluso del hígado. Esto puede suceder en casos donde se esté administrando RCP, por lo que cualquiera que realice este procedimiento debe desconfiar de este escenario.
Síntomas
El dolor o la sensibilidad del proceso xifoideo es una afección llamada xifoidalgia o xifodinia. Los síntomas de esta condición puede incluir lo siguiente:
- Dolor de pecho.
- Dolor abdominal.
- Náusea.
- Dolor que irradia a la espalda, los hombros, los brazos y / o el cuello.
- El dolor aumenta al doblarse o torcerse.
Durante mucho tiempo se pensó que este problema era poco frecuente y, por lo tanto , la mayoría de los médicos no lo tuvieron en cuenta.
Causas
Las causas de xifoidalgia pueden incluir traumatismo cerrado en el pecho, lesiones por aceleración / deceleración, aeróbicos o levantamiento de objetos pesados.
Diagnóstico
Esta afección puede diagnosticarse clínicamente, ya que uno debería ser capaz de reproducir los síntomas del paciente aplicando una presión moderada al proceso xifoideo y / o sus estructuras circundantes. Los estudios han demostrado que la xifoidalgia es simple de diagnosticar simplemente palpando el proceso xifoides cuando los pacientes se quejan de dolor en el pecho o abdominal.
Aunque la xifodinia a menudo puede ocurrir en ausencia de cualquier otra afección médica, se ha encontrado que está presente junto con afecciones potencialmente mortales, como enfermedades del corazón, que pueden incluir pericarditis, infarto de miocardio y angina de pecho.
Por lo tanto, es muy importante que cualquier paciente que se presente a una sala de emergencias o un trabajador de atención primaria de salud con dolor agudo en el pecho o abdominal, sea investigado cuidadosamente para establecer un diagnóstico y ejecutar un plan de tratamiento apropiado. En este caso, la atención médica de emergencia se debe prestar lo más rápido posible.
En el caso en que no se pueda establecer un diagnóstico claro, se puede realizar una prueba de provocación simple que permita descubrir un proceso xifoide sintomático. En pacientes que han recibido tratamiento médico para una condición médica ‘establecida’ y en los que aún persisten los síntomas, uno podría examinar a un paciente para el diagnóstico de xifodinia.
Tratamiento
La xifodinia parece ser un trastorno autolimitado en la mayoría de los casos, lo que significa que generalmente se resuelve solo. A los pacientes se les prescriben analgésicos leves mientras tanto, hasta que sus síntomas se disipan. Otras medidas conservadoras pueden incluir el uso de calor y frío tópico y un cinturón elástico para las costillas para ayudar con cualquier dolor.
En algunos casos, la xifodinia puede no ser autolimitada y el tratamiento de elección aquí es una inyección de anestesia local y esteroides. Aunque esta inyección xifoidea a menudo cura los problemas, no deja de tener el riesgo de complicaciones que pueden incluir perforación peritoneal o pleural, infección localizada o el desarrollo de un neumotórax.
Las terapias físicas conservadoras, como un curso corto de un tratamiento no invasivo, como ultrasonido o láser de bajo nivel, podrían valer la pena probar antes de proceder con la inyección. Desafortunadamente, no hay ninguna evidencia que sugiera que estas terapias sean efectivas.