La infección por H. pylori es la causa más común de úlceras estomacales y duodenales en todo el mundo. Es uno de los factores de riesgo para el cáncer gástrico. La erradicación de esta bacteria del estómago es un requisito previo para la curación exitosa de una úlcera. La erradicación temprana previene las complicaciones de la úlcera gástrica.
H. Pylori realiza ciertos cambios en la pared interna del estómago que lo hacen más susceptible al daño ácido. El exceso de daño ácido causa la erosión de la pared del estómago que finalmente resulta en la formación de úlceras. Si tiene H. pylori y la úlcera no se trata oportunamente, puede conducir a la perforación, que es una complicación grave de la úlcera gástrica.
Los síntomas de las úlceras asociadas a H Pylori incluyen:
- Malestar o dolor en el abdomen
- Hinchazón
- Saciedad temprana (Una sensación de plenitud de estómago después de comer algo de comida)
- Pérdida de apetito
- Náuseas o vómitos
- Sangre en las heces o heces oscuras (de una úlcera sangrante)
Si la úlcera no se trata oportunamente, puede sangrar en el estómago. Una úlcera no tratada también puede causar una perforación, lo que significa que la úlcera se ha erosionado a través de todo el grosor de la pared del estómago o, en palabras simples, ha creado un orificio en la pared gástrica. La erradicación temprana de H. Pylori y la curación de la úlcera es, por lo tanto, muy importante para prevenir estas complicaciones graves.
Diagnóstico de H. Pylori
Las tres pruebas siguientes se usan con más frecuencia para diagnosticar una infección del estómago por H. pylori.
- La prueba de aliento, también conocida como prueba de aliento con urea, es un procedimiento rápido en el que usted bebe una solución que contiene una sustancia especial. H pylori descompone esta sustancia y los productos pueden detectarse en la respiración.
- Prueba de materia fecal: detecta los antígenos de H. pylori en las heces
- Examen de sangre: detecta el anticuerpo contra H. pylori en la sangre
Tratamiento de la infección por H. Pylori
El tratamiento más popular y eficaz para la erradicación del H. pylori es la «Terapia Triple» en la que se administra un régimen de tres medicamentos al paciente durante un cierto período de tiempo. Estos regímenes incluyen dos antibióticos (para matar las bacterias) y un inhibidor de la bomba de protones (para disminuir la secreción de ácido y proteger la pared del estómago). Los regímenes más comúnmente utilizados incluyen:
- Régimen OAC, que incluye Omeperazol, Amoxicilina y Claritromicina durante 10 días
- El régimen BMT incluye subsalicilato de bismuto (que es un agente protector), metronidazol y tetraciclina durante 14 días.
- El régimen de LAC incluye Lansoperazol, Amoxicilina y Claritromicina por 10 a 14 días
Estos regímenes generalmente son efectivos en la mayoría de los pacientes y dan como resultado una recuperación completa de la úlcera. Los efectos secundarios de estos medicamentos incluyen calambres abdominales, estreñimiento, vómitos, diarrea, sabor metálico en la boca (metronidazol) y heces negras (bismuto).
Posibles causas de fracaso o recaída del tratamiento
Más del 80 por ciento de los pacientes son tratados con éxito después de un curso completo; sin embargo, alrededor del 20 por ciento de las personas continúan teniendo los mismos síntomas. Las posibles causas del fracaso del tratamiento incluyen;
- Incumplimiento del paciente
- Resistencia antibiótica
- Efectos secundarios
Algunos pacientes suspenden el tratamiento temprano debido a los efectos secundarios. En este caso, debe comunicarse con su proveedor de atención médica. El médico cambiará un antibiótico o incluso puede cambiar a otro régimen. No lo hagas solo. Cualquier cambio en el medicamento debe hacerse bajo supervisión médica.
Es importante completar el ciclo completo de antibióticos, incluso si sus síntomas desaparecen el séptimo día. Detener el tratamiento temprano causará la erradicación incompleta y los síntomas pueden reaparecer después de un tiempo.