La enfermedad de Parkinson es un trastorno del movimiento. Afecta el sistema nervioso y los síntomas empeoran con el tiempo.
Otros trastornos del movimiento incluyen parálisis cerebral, ataxia y síndrome de Tourette. Ocurren cuando un cambio en el sistema nervioso afecta la capacidad de una persona para moverse o quedarse quieto.
Siga leyendo para obtener más información sobre esta afección, los signos iniciales y sus causas.
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¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
Los síntomas de la EP se desarrollan gradualmente. A menudo comienzan con un ligero temblor en una mano y una sensación de rigidez en el cuerpo.
Con el tiempo, se desarrollan otros síntomas y algunas personas tendrán demencia .
La mayoría de los síntomas resultan de una caída en los niveles de dopamina en el cerebro.
Un estudio, con sede en Francia, descubrió en 2015 que los hombres tienen un 50% más de probabilidades de desarrollar EP que las mujeres en general, pero el riesgo para las mujeres parece aumentar con la edad.
En la mayoría de las personas, los síntomas aparecen a la edad de 60 años o más. Sin embargo, en 5 a 10 por ciento de los casos aparecen antes. Cuando la EP se desarrolla antes de los 50 años, esto se denomina EP de inicio temprano.
Signos tempranos
Aquí hay algunos signos tempranos de la EP:
- Movimiento: Puede haber un temblor en las manos.
- Coordinación: un sentido reducido de coordinación y equilibrio puede hacer que las personas dejen caer los artículos que tienen. Ellos pueden ser más propensos a caer.
- Caminar: la postura de la persona puede cambiar, de modo que se inclinan ligeramente hacia adelante, como si se apresuraran. También pueden desarrollar un modo de andar arrastrando los pies.
- Expresión facial: Esto puede llegar a ser fijo, debido a cambios en los nervios que controlan los músculos faciales.
- Voz: puede haber un temblor en la voz, o la persona puede hablar más suavemente que antes.
- Escritura a mano: Esto puede ser más estrecho y más pequeño.
- Sentido del olfato: una pérdida del sentido del olfato puede ser una señal temprana.
- Problemas con el sueño: son una característica de la enfermedad de Parkinson y pueden ser una señal temprana. Las piernas inquietas pueden contribuir a esto.
Otros síntomas comunes incluyen:
- cambios de humor, incluyendo depresión
- dificultad para masticar y tragar
- problemas para orinar
- estreñimiento
- problemas de la piel
- problemas para dormir
- trastorno de sueño REM
Los autores de un estudio publicado en 2015 describen otra afección neurológica, el trastorno de sueño REM, como un «predictor poderoso» para la EP y otras afecciones neurológicas.
La importancia de reconocer los primeros síntomas
Muchas personas piensan que los signos tempranos de la enfermedad de Parkinson son signos normales de envejecimiento. Por esta razón, no pueden buscar ayuda.
Sin embargo, es más probable que el tratamiento sea efectivo si una persona lo toma temprano en el desarrollo de la EP. Por esta razón, es importante obtener un diagnóstico temprano si es posible.
Si el tratamiento no comienza hasta que la persona tenga síntomas claros, no será tan efectivo.
Por otra parte, una serie de otras condiciones pueden tener síntomas similares.
Éstos incluyen:
- parkinsonismo inducido por drogas
- trauma de la cabeza
- encefalitis
- infarto
- demencia con cuerpo de Lewy
- degeneración corticobasal
- atrofia de sistema múltiple
- parálisis supranuclear progresiva
La similitud con otras condiciones puede dificultar a los médicos diagnosticar la enfermedad de Parkinson en las primeras etapas.
Los síntomas de movimiento pueden comenzar en un lado del cuerpo y afectar gradualmente a ambos lados.
Causas y factores de riesgo
Los científicos no están seguros de qué causa la EP. Ocurre cuando las células nerviosas mueren en el cerebro.
Niveles bajos de dopamina
Los científicos han relacionado los niveles bajos o decrecientes de dopamina, un neurotransmisor, con la EP. Esto sucede cuando las células que producen dopamina mueren en el cerebro.
La dopamina juega un papel en el envío de mensajes a la parte del cerebro que controla el movimiento y la coordinación. Los niveles bajos de dopamina pueden dificultar que las personas controlen sus movimientos.
A medida que los niveles de dopamina caen en una persona con EP, sus síntomas gradualmente se vuelven más graves.
Niveles bajos de norepinefrina
La norepinefrina, otro neurotransmisor, es importante para controlar muchas funciones corporales automáticas, como la circulación de la sangre.
En la EP, las terminaciones nerviosas que producen este neurotransmisor mueren. Esto puede explicar por qué las personas con EP experimentan no solo problemas de movimiento, sino también fatiga , estreñimiento e hipotensión ortostática, cuando la presión arterial cambia de pie, lo que produce mareos.
Cuerpos de Lewy
Una persona con EP puede tener grupos de proteínas en su cerebro conocidos como cuerpos de Lewy. La demencia con cuerpos de Lewy es una condición diferente, pero tiene vínculos con la EP.
Factores genéticos
A veces, la EP parece darse en familias, pero no siempre es hereditaria. Los investigadores están tratando de identificar factores genéticos específicos que pueden conducir a la EP, pero parece que no uno, sino varios factores son los responsables.
Por esta razón, sospechan que una combinación de factores genéticos y ambientales puede llevar a la condición.
Los posibles factores ambientales podrían incluir la exposición a toxinas, como pesticidas, solventes, metales y otros contaminantes.
Factores autoinmunes
Los científicos informaron en JAMA en 2017 que habían encontrado evidencia de un posible vínculo genético entre la EP y las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide .
En 2018, los investigadores que investigaban los registros de salud en Taiwán encontraron que las personas con enfermedades reumáticas autoinmunes (ERA) tenían una probabilidad 1,37 más alta de tener EP también que las personas sin ERA.
Prevención
No es posible prevenir la enfermedad de Parkinson, pero las investigaciones han demostrado que algunos hábitos de por vida pueden ayudar a reducir el riesgo.
Cúrcuma: esta especia contiene curcumina, un ingrediente antioxidante. Puede ayudar a prevenir el agrupamiento de una proteína involucrada en la enfermedad de Parkinson, al menos un estudio de laboratorio ha encontrado.
Flavonoides: el consumo de otro tipo de antioxidante, los flavonoides, puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson, según la investigación. Los flavonoides están presentes en bayas, manzanas, algunas verduras, té y uvas rojas.
Evitar los aceites de cocina recalentados: los científicos han relacionado las sustancias químicas tóxicas, conocidas como aldehídos, con el Parkinson, el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas y algunos tipos de cáncer .
Calentar ciertos aceites, como el aceite de girasol, a una cierta temperatura, y luego volver a usarlos puede hacer que aparezcan aldehídos en esos aceites.
Evitar las toxinas: la exposición a herbicidas, pesticidas y otras toxinas puede aumentar el riesgo de enfermedades neurológicas como la EP. Las personas deben tomar precauciones al usar estos tipos de productos, por ejemplo, usando ropa protectora.
Conclusión
La enfermedad de Parkinson es una afección de por vida que involucra cambios neurológicos en el cuerpo. Estos cambios pueden dificultar el funcionamiento de una persona en la vida diaria. Sin embargo, hay medicamentos y otros tipos de terapia disponibles para tratar la EP y reducir los síntomas.
El tratamiento actual puede aliviar los síntomas, pero los científicos esperan que la terapia génica o la terapia con células madre algún día puedan hacer más que esto y restaurar la función que la persona ya ha perdido.
[expand title=»Referencias«]
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