La cadera representa una parte muy compleja del cuerpo, que permite los movimientos de las extremidades inferiores, de pie, sentado, y da soporte a los órganos pélvicos. Sin embargo, la articulación de la cadera es muy frágil y susceptible a deformaciones de desarrollo y traumáticas. Por lo tanto, cuando los pacientes se quejan de dolor en la cadera, la causa del problema por lo general se encuentra en la articulación de la cadera.
La articulación de la cadera se compone de dos superficies de unión, uno de los cuales se llama el acetábulo y pertenece al hueso de la cadera (hueso coxal), mientras que el otro representa el extremo superior del fémur (hueso del muslo). Entre estas superficies, hay un cojín fino de cartílago que reduce la fricción. Además, la articulación está asegurada con los ligamentos y los tendones de los músculos, que lo rodean por completo.
Los cambios degenerativos
La fricción es el peor enemigo de la articulación de la cadera.
Aunque el cartílago de la articulación de la cadera se repone, el envejecimiento causa una pérdida gradual de su elasticidad y consistencia. La pérdida de cartílago hace que las superficies articulares se acerquen y eventualmente se dañe el uno al otro durante los movimientos, lo que causa dolor en la cadera. Como respuesta al aumento de la fricción, las superficies óseas experimentan cambios tales como la hipertrofia y la deformación, que hace que la fricción y la degeneración sea aún más pronunciada. Estos cambios degenerativos pueden conducir a una discapacidad si no se trata adecuadamente antes de que sea tarde. El uso excesivo de las articulaciones de la cadera en algunos deportes puede aumentar la susceptibilidad a los cambios degenerativos, causados por una pérdida más rápida del cartílago.
Artritis
La artritis y la artrosis son condiciones inflamatorias que pueden afectar a la articulación de la cadera, y son más comunes en los ancianos. La inflamación causa la pérdida de cartílago de la cadera y comienza el círculo vicioso que conduce a la degeneración. Los medicamentos más importantes para esta condición son fármacos no esteroides anti-inflamatorios esteroideos (AINE), que pueden aliviar el proceso inflamatorio y aliviar el dolor.
Fractura de cadera
Las fracturas de cadera son un problema muy común en las personas de edad, debido a la pérdida de la densidad ósea (osteoporosis), tendones débiles y ligamentos de la articulación de la cadera. Dependiendo del tipo de fractura, este problema puede ser manejable por las intervenciones quirúrgicas, pero con frecuencia deja secuelas permanentes, debido a la falta de riego sanguíneo y la mala regeneración de los huesos fracturados en los ancianos.
La distensión de ligamentos y tendones
Algunos ejercicios requieren extensión excesiva de los ligamentos y los tendones dela articulación de la cadera, que pueden causar distensión y la consiguiente inflamación, que resulta en dolor y molestias en la zona de la cadera. Eso suele ocurrir si los ejercicios se llevan a cabo antes del necesario calentamiento, o si la intensidad del ejercicio es inadecuada. Estos medicamentos pueden ayudar a disminuir el dolor en estos casos, junto con reposo durante un par de días, lo cual es crucial para la recuperación completa. El exceso de ejercicio puede también causar bursitis, una inflamación de los pequeños sacos fibrosos (bursa) colocados alrededor de las articulaciones y tendones.
Los tumores
Los tumores primarios y secundarios (metástasis) que afectan a los huesos del fémur y el dolor del área de la cadera, causa la primera señal.
Un nuevo y persistente dolor en la cadera, debe comunicarse a su médico para un examen más detenido. Es muy importante para el diagnóstico de enfermedades de las articulaciones de cadera, antes de que sean progresivas e intratables. La leve o moderada actividad física y el peso corporal óptimo de reposición del cartílago, es beneficioso, mientras que el uso excesivo de la articulación de la cadera y la obesidad causan su degeneración.