La escoliosis es la curvatura de la columna vertebral que le da una apariencia en forma de «S» o «C» cuando mira directamente a la espalda de la persona.
Por lo tanto, es una curvatura lateral que puede causar problemas tales como dificultades para respirar, si la afección es grave, ya que la curvatura reduce el espacio en la cavidad torácica.
La mayoría de las veces, la escoliosis es una afección leve que no ocasiona muchas otras complicaciones.
La escoliosis tiende a ocurrir justo antes de la pubertad cuando la persona afectada experimenta un crecimiento acelerado. Las condiciones que se asocian con la escoliosis incluyen distrofia muscular (DM) y parálisis cerebral (PC), que son afecciones neurológicas que afectan a los grandes grupos musculares. Sin embargo, se desconocen las causas de la mayoría de los casos de escoliosis, pero se cree que pueden presentarse problemas tales como defectos de nacimiento que afectan el desarrollo de los huesos de la columna vertebral y las lesiones o infecciones de los huesos de la columna vertebral.
Signos y síntomas de escoliosis
Los signos y síntomas de la escoliosis pueden incluir los siguientes:
- Asimetría de la espalda.
- Hombros que son desiguales.
- Un omóplato parece ser más pronunciado que el otro.
- La línea de la cintura es desigual.
- Una cadera parece ser más alta que la otra.
- En casos severos, las costillas en un lado del cuerpo pueden sobresalir.
- Dolor de espalda.
- Respiración dificultosa.
Opciones de tratamiento de escoliosis
Con respecto al tratamiento de la escoliosis, los pacientes con casos leves se controlan de forma conservadora mediante un seguimiento por parte de un cirujano ortopédico cada 4 a 6 meses y una serie de radiografías de la columna vertebral. Esto le permite al especialista evaluar si la curvatura es estable o aumenta. Aquí, no es necesario ningún tratamiento, y en casos moderados, el paciente deberá usar un aparato ortopédico para tratar de evitar que la curvatura empeore.
En casos severos, la cirugía puede ser necesaria para corregir la curvatura de la columna vertebral y se realiza cuando los huesos del paciente han dejado de crecer. Esta cirugía incluye realizar una fusión espinal de los huesos donde dos o más vértebras están conectadas entre sí para que los huesos no se puedan mover de forma independiente. Se colocan tornillos, ganchos o varillas para mantener la columna recta y se insertan piezas de hueso o material alternativo entre los huesos. Esto ayuda a fusionar los huesos para que la columna quede más recta.
Otros factores que determinan qué protocolos de tratamiento se usan incluyen los siguientes:
- Género: la progresión del riesgo en las mujeres es mayor que en los hombres.
- Gravedad de la curvatura: las curvas más grandes tienden a empeorar con el tiempo.
- Patrón de la curva: las curvas en forma de «S» tienden a empeorar en comparación con las curvas en «C».
- Ubicación de la curva: si la curva está ubicada en el área torácica (centro) de la columna vertebral, esta curva tenderá a empeorar más que aquellas situadas más arriba o más abajo en la columna vertebral.
- Madurez de la placa de crecimiento de los huesos espinales: si las placas de crecimiento del paciente se han cerrado, entonces disminuye el riesgo de que la curva progrese.
Los frenos se usarán hasta que estas placas de crecimiento se hayan cerrado. En casa, los pacientes deben tratar de mantenerse físicamente activos, ya que estas actividades ayudan a mejorar el bienestar general y la salud. Los músculos de la espalda también se fortalecen, lo que ayuda a mantener la columna vertebral estable y la estimulación eléctrica de estos músculos también puede ayudar a mejorar su función.