Una radiografía de tórax suele ser el primer examen realizado si existe la sospecha de que hay algún proceso patológico dentro de la cavidad torácica. Este tipo de examen expone al cuerpo humano a cierto nivel de radiación, pero sigue siendo una técnica de imagen muy simple, rápida y muy informativa. Aquí hay información básica sobre cómo se realiza, así como instrucciones básicas sobre cómo leer el informe del radiólogo.
¿Cómo se realiza una radiografía de tórax?
Una radiografía de tórax generalmente se realiza en 2 posiciones: posterior-anterior (PA) y lateral.
Usando la técnica de PA, el lado frontal del cofre se coloca cerca de la película, mientras que los rayos X emitidos golpean el lado posterior del pecho y pasan a través de la cavidad torácica de atrás para adelante. La imagen obtenida de esta manera es bidimensional, lo que significa que no hay forma de determinar la posición de una estructura patológica en el plano horizontal. Por ejemplo, si observamos alguna estructura patológica en la radiografía PA, no sabemos si está ubicada delante o detrás de la tráquea.
Ahí es donde entra en juego la posición lateral. La interpretación combinada de las imágenes de rayos X de tórax y PA laterales puede dar una visión tridimensional de la cavidad torácica. Para la radiografía lateral de tórax, el lado lateral del cuerpo (izquierdo o derecho) se coloca cerca de la película, mientras que los rayos X golpean el lado opuesto.
¿Cómo se interpreta una radiografía de tórax?
Para interpretar una imagen de rayos X del tórax, debe tener una educación adecuada. Los radiólogos son profesionales médicos especializados en la interpretación de todo tipo de imágenes radiográficas. Leer la interpretación de la imagen de rayos X hecha por un radiólogo suele ser un desafío, ya que se utilizan muchos términos técnicos. Sin embargo, con algunos conocimientos básicos, puede reconocer realmente si los hallazgos son patológicos o normales.
Esta es la estructura habitual de la interpretación radiográfica, aunque algunas partes pueden omitirse si el radiólogo las considera irrelevantes. En primer lugar, el radiólogo comentará la calidad de la imagen al afirmar que la imagen es técnicamente apropiada o inapropiada. Esto depende de la posición correcta durante la obtención de la radiografía de tórax y puede afectar la interpretación. Luego, el radiólogo examina los tejidos blandos y las estructuras óseas de las paredes torácicas y busca fracturas, presencia de aire en el tejido blando, etc. Después de eso, los pulmones, los vasos sanguíneos grandes, el corazón y otras estructuras en el tórax cavidad son examinados y comentados.
Hallazgos patológicos frecuentes en una radiografía de tórax
Los hallazgos patológicos en la cavidad torácica se representan como sombras (que aparecen blancas) o áreas luminosas (que parecen oscuras). La neumonía, la presencia de líquido en la cavidad pleural y los tumores pulmonares son leves, ya que evitan que los rayos X golpeen la película. Por otro lado, las enfermedades que reducen la densidad de los pulmones, como el enfisema, se presentan como sombras.
A veces, el radiólogo sugerirá el diagnóstico más probable, pero en muchos casos, aún debe ser confirmado por algunos métodos más invasivos. En la mayoría de los casos, la radiografía de tórax se usa para excluir la presencia de alguna enfermedad, en lugar de confirmar el diagnóstico específico.