Al igual que las personas, los gatos son propensos al miedo y la ansiedad.
Cuando un gato se encuentra asustado o nervioso en cualquier situación dada, puede reaccionar vocalizando, escondiéndose, mostrando agresión o comportamiento de desplazamiento (como un aseo excesivo) o llegando a ser destructivo.
Afortunadamente, hay maneras de manejar los miedos de su gato cuando surjan. Siga estos tres consejos para ayudar a controlar el miedo y la ansiedad en su gato:
Fomentar las interacciones positivas
El primer paso para controlar el miedo y la ansiedad de cualquier gato es tratar de eliminar las interacciones negativas con los estímulos ambientales que hacen que el gato se sienta temeroso. Si el gato tiene miedo de los niños, por ejemplo, debe hacer todo lo que pueda para controlar la situación en la que los niños están siendo excesivamente ruidosos alrededor del gato, manipulándolo o persiguiendo al gato.
En cambio, el niño debe acercarse al gato en silencio y la interacción debe ser breve y agradable. Esto le permite al gato construir asociaciones positivas a lo largo del tiempo, lo que ayudará a rectificar las expectativas negativas del gato.
Desensibilización y contra acondicionamiento
La desensibilización es el proceso de reducir gradualmente la sensibilidad de su gato a la cosa que está causando el miedo. El contracondicionamiento es la introducción de una asociación más agradable con lo que causaba miedo. Para ser verdaderamente eficaz para ayudar a su gato, le recomendamos que consulte con un conductista certificado de animales aplicados o con un especialista en conducta veterinaria.
Es mejor prevenir que curar
La mayoría de los miedos se pueden prevenir o limitar a través de la exposición a personas, lugares, situaciones, ruidos y otros animales cuando el gato es pequeño. La socialización a una edad temprana realmente es la clave y debe continuar en la vida adulta.