La carbamazepina es un medicamento recetado, que se utiliza en el tratamiento de la epilepsia, el trastorno bipolar, la neuralgia del trigémino y otros trastornos psicológicos y de ansiedad.
Debido a sus características de anticonvulsivo y estabilizador del estado de ánimo, puede ser útil en casos de esquizofrenia, trastorno de estrés postraumático, trastorno por déficit de atención con hiperactividad y muchos otros. Se conoce bajo varios nombres comerciales, y se puede encontrar en varias formas, pero la forma, así como la dosis que se prescribirá, dependen de la enfermedad para el tratamiento del cual se usa.
Efectos secundarios de la carbamazepina
Varios efectos secundarios son posibles cuando se usa este medicamento, por lo que el médico debe ser muy cuidadoso y estar bien informado cuando lo prescribe, así como también el paciente que está a punto de tomarlo, porque es muy importante usarlo exactamente como se lo recetaron. Sin embargo, la mayoría de los síntomas no deseados más frecuentes son solo temporales y no requieren atención médica especial. Estos síntomas generalmente desaparecen tan pronto como el cuerpo se ajusta al medicamento e incluyen náuseas, mareos, vómitos y somnolencia. Los síntomas menos frecuentes son sudoración, sensibilidad al sol, crecimiento del cabello en la cara u otras partes del cuerpo donde no crecieron antes, dolores de cabeza, calambres en las piernas, cambios en el color de la piel y problemas con la visión. Sin embargo, se debe enfatizar que algunos de estos síntomas no se han demostrado oficialmente como la consecuencia del uso de carbamazepina.
Algunos de los efectos secundarios que requieren atención médica tan pronto como sea posible son alucinaciones, pensamientos suicidas, depresión, signos que pueden indicar condiciones tales como insuficiencia cardíaca congestiva, problemas hepáticos o renales, reacción alérgica y niveles bajos de sodio en la sangre.
¿Cómo reducir el riesgo de efectos secundarios a un mínimo?
Con el fin de reducir el riesgo de posibles efectos secundarios, el médico debe asegurarse de que los pacientes no sufran ninguna enfermedad cardíaca, arritmia, anemia, glaucoma, problemas de tiroides y enfermedades hepáticas o renales. En caso de que sufran de alguna de estas afecciones, el médico debe realizar el ajuste correcto de la dosis, ya que probablemente el paciente ya use algunos otros medicamentos para el tratamiento.
La carbamazepina no debe usarse en combinación con alcohol, antidepresivos, ciertos antibióticos, antipsicóticos y anticonceptivos hormonales, así como tampoco debe usarse junto con el jugo de toronja, porque el nivel de carbamazepina en la sangre puede aumentar más de lo que es permitido. La carbamazepina puede interactuar con varios otros medicamentos, pero el médico es quien debe informar y advertir a cada paciente al respecto.