La aparición repentina de tos fuerte, pataleo en la boca y dificultad respiratoria en un gato sano sugiere un objeto extraño atrapado en la laringe. Los cuerpos extraños atrapados en la laringe no son comunes.
La mayoría de las partículas de alimentos tienen poca importancia porque la tos resultante las expulsa.
Si su gato se está ahogando con arcadas y dificultad respiratoria, suponga que hay un cuerpo extraño atrapado en la garganta del gato y busque tratamiento de emergencia.
Tratamiento: Esto es una emergencia. Si el gato está consciente y puede respirar, vaya de inmediato a la clínica veterinaria más cercana.
Si el gato se derrumba y no puede respirar, acueste al gato de lado con la cabeza más baja que su cuerpo. Abre la boca, saca la lengua y busca el cuerpo extraño. Cuando lo veas, toma el cuello del gato detrás del objeto alojado y aplica suficiente compresión para evitar que el objeto descienda. Con los dedos en la boca del gato, coja el objeto lo más rápido posible. Si no tiene éxito, proceda con la maniobra de Heimlich.
La maniobra de Heimlich
- Coloque una mano a lo largo de la espalda del gato y la otra justo debajo del esternón o caja torácica.
- Con ambas manos en posición, dé cuatro empujes fuertes presionando hacia arriba.
- Luego, revisa la boca para detectar el cuerpo extraño con un barrido de dedo.
- Luego da dos respiraciones, boca contra nariz.
- Repita los ciclos de compresión y respiración artificial hasta que el objeto se desprenda.
Cuerpos extraños en la garganta (atragantamiento y arcadas)
Algunos gatos, especialmente los gatitos, pueden tratar de comer o tragar cuerdas, guirnaldas, trapos, anzuelos y otros objetos pequeños o juguetes. Dependiendo de qué tan profundo en la garganta se encuentre un objeto, el gato presentará náuseas, extensión del cuello al tragar y asfixia al tragar.
Si los signos son tos fuerte y el gato tiene dificultades para respirar aire, el cuerpo extraño ha pasado a la laringe.
Tratamiento: Los gatos son extremadamente difíciles de contener cuando tienen pánico. Luchar con ellos puede hacer que un cuerpo extraño trabaje más profundamente en la garganta. No intentes abrir la boca del gato. Puede intentar una mini maniobra de Heimlich, pero si esto no funciona inmediatamente, no se demore. Calma al gato lo mejor que puedas y dirígete directamente al hospital veterinario más cercano.
Sin embargo, si el gato se ha desmayado, el cuerpo extraño tendrá que ser eliminado de inmediato para restablecer la vía aérea. Abre la boca del gato. Esto ahora se logra fácilmente porque el gato está inconsciente. Sujete el cuello detrás del objeto y aplique la presión suficiente para evitar que el objeto pase mientras lo engancha con los dedos. Libéralo lo más rápido posible. Luego administre respiración artificial, si es necesario.
Prevención: Observe a su gato con cuidado y no lo deje jugar con juguetes pequeños y fáciles de romper. No alimente a un gato con huesos de pollo o huesos largos que puedan astillarse.
Cuerpos extraños en la boca
Los cuerpos extraños que pueden alojarse en la boca incluyen astillas de hueso o madera, cartílago, astillas de madera, agujas de coser, alfileres, púas de puercoespín, anzuelos y arbustos de plantas. Algunos penetran los labios, las encías y el paladar; otros quedan atrapados entre los dientes o encajados en el paladar. Los trozos de cuerda pueden enrollarse alrededor de los dientes y la lengua.
Sospeche un cuerpo extraño cuando su gato se mordisquea la boca, se frota la boca en el suelo, babea, chasquea, se lame los labios o mantiene la boca abierta. Ocasionalmente, los únicos signos son pérdida de energía, mal aliento, rechazo a comer y una apariencia descuidada.
Tratamiento: Siéntese bajo una buena fuente de luz y abra suavemente la boca de su gato. Una buena mirada puede revelar la causa del problema. Es posible eliminar algunos cuerpos extraños con unas pinzas. Otros requerirán que el gato esté bajo anestesia general, lo que requiere un viaje al veterinario.
Los cuerpos extraños que permanecen en su lugar durante un día o más pueden causar infección. Se recomienda un antibiótico de amplio espectro por una semana.