Los perros tienen una química especial con los humanos y a menudo forman una relación de apego con sus cuidadores, por lo que no es sorprendente que se sientan ansiosos o experimenten estrés cuando se separan de ellos.
Puede parecer que los perros más jóvenes son más vulnerables al estrés y al miedo, pero lo contrario es cierto. Los perros más viejos pueden tener emociones de estrés más pronunciadas que los perros más jóvenes, pero parecen haber aprendido a controlarlos mejor.
La extraña prueba de situación
Recientemente, investigadores de la Universidad de Padua realizaron un estudio que buscaba realizar la «Prueba de situación extraña» y aplicarla a los perros. Cuando esta prueba se ejecuta en seres humanos, implica estudiar la forma en que los niños se relacionan emocionalmente con sus cuidadores. El estudio coloca al niño en un ambiente desconocido y alienta a un extraño a interactuar con el niño. Después de un intervalo establecido, el extraño deja al niño solo y el cuidador regresa. La «Prueba de situación extraña» encontró que los niños obtienen seguridad al saber que un cuidador está cerca.
Estos resultados pueden no ser sorprendentes, pero el estudio encontró lo mismo en perros adultos. Este estudio buscó probar perros adultos y ancianos en situaciones angustiosas. Los resultados mostraron que los perros más viejos se comportaban de una manera más pasiva y estaban menos interesados en interactuar con extraños durante la separación de sus padres. Los perros adultos más jóvenes, por otro lado, se pararon en la puerta a través de la cual abandonó su padre mascota e intentaron iniciar saludos durante el período de separación de ellos. Aunque el estudio demostró que tanto los perros adultos como los adultos mayores estaban muy apegados emocionalmente a su familia humana, también parecía indicar que su estilo de apego era muy diferente.
Los perros mayores y el apego al padre de mascotas
Sobre la base de los hallazgos, los investigadores creen que los perros adultos mayores y jóvenes se sienten más seguros cuando sus padres de mascotas están cerca. Sin embargo, la diferencia con los perros más viejos se descubrió cuando el estudio probó la saliva de ambos grupos caninos después de que se completó la prueba. La prueba de saliva reveló que los perros adultos tenían niveles mucho más altos de cortisol (una hormona del estrés) que los perros adultos más jóvenes. Esto podría indicar que, aunque sus reacciones a la situación estresante fueron moderadas, en realidad experimentaron un grado de ansiedad mucho mayor al ser separados de sus cuidadores que los perros más jóvenes.
En conclusión, el estudio pareció mostrar que, si bien los perros más viejos pueden manejar mejor sus emociones que sus contrapartes más jóvenes, en realidad requieren un mayor nivel de cercanía y apego a sus padres que los perros más jóvenes.
Dicho esto, aunque tanto los perros adultos mayores como los más jóvenes se sienten más seguros en presencia de sus mascotas, está claro que esto es especialmente cierto para los perros mayores. Debido a la duración de la relación que la mayoría de los perros mayores han tenido con sus padres mascotas, así como el grado en que los encuentran reconfortantes, los perros mayores se sienten más seguros cuando su cuidador está presente. Esto puede explicar por qué algunos perros mayores desarrollan problemas de comportamiento como la ansiedad por separación.
Este estudio demuestra que, si bien no puede enseñarle nuevos trucos a un perro viejo, puede ayudarlo a sentirse más seguro si permanece como una presencia constante y tranquilizadora durante situaciones estresantes.