La hidroxicloroquina es un medicamento que pertenece a los medicamentos antiprotozoarios. Los protozoos son animales pequeños que constan de una sola célula, y algunos de ellos son parásitos que pueden causar infecciones graves si ingresan al cuerpo.
Este medicamento está disponible en forma de tabletas. La hidroxicloroquina se usa en el tratamiento de la malaria, el lupus eritematoso, la enfermedad hepática inducida por algunos protozoos y en la artritis, pero en los casos en los que se debe reducir la inflamación, la rigidez, la hinchazón y el dolor en las articulaciones. Algunos médicos recetan este medicamento para tratar con éxito la hipercalcemia, la erupción polimorfa leve, la porfiria, la urticaria y la vasculitis cutánea crónica.
Complicaciones cuando se usa hidroxicloroquina
Antes de recetar hidroxicloroquina, el médico debe prestar atención a algunas afecciones médicas que pueden empeorar durante el uso de este medicamento. Estas afecciones son alergias a algunos de los componentes de la hidroxicloroquina, trastornos sanguíneos, enfermedades de los riñones, el hígado o el corazón, así como los problemas con los ojos y la visión. Algunos problemas nerviosos y convulsiones son algunos de los estados que deben tenerse en cuenta al tomar el medicamento. Además, la porfiria, la psoriasis y algunas enfermedades gastrointestinales deben ser informadas al médico. Además, la hidroxicloroquina no debe usarse junto con algunos medicamentos, como aurotioglucosa, digoxina y metoprolol.
Los efectos secundarios de hidroxicloroquina
Los efectos adversos de este medicamento pueden aparecer combinados o solos, y generalmente ocurren cuando el medicamento se usa por un período prolongado. De los efectos secundarios oculares, el más frecuente es la visión borrosa. Mientras que el edema, la disminución de la sensibilidad corneal, los cambios corneales y los depósitos corneales son los efectos secundarios habituales de la córnea, la atrofia, la pigmentación anormal y la pérdida refleja foveal son los efectos secundarios más frecuentes de la retina. Pueden ocurrir algunos efectos gastrointestinales no deseados, como anorexia, náuseas, vómitos, diarrea, así como cólicos abdominales y dolor epigástrico.
Los mareos, el vértigo y los dolores de cabeza son efectos secundarios del sistema nervioso que son posibles cuando se toma hidroxicloroquina, aunque también pueden producirse tinnitus, convulsiones y sordera nerviosa. Muchos pacientes también informaron sobre algunos efectos secundarios psiquiátricos del medicamento. Se notaron irritabilidad, nerviosismo, cambios de humor y psicosis.
Los efectos secundarios dermatológicos más frecuentes de la hidroxicloroquina son hiperpigmentación, pérdida de cabello, fotosensibilidad, ciertas erupciones cutáneas, incluido el síndrome de Stevens-Johnson, así como pustulosis exantemática aguda generalizada y dermatitis exfoliativa. La miocardiopatía es uno de los efectos secundarios cardiovasculares, mientras que la hipoglucemia es un efecto secundario endocrino de este medicamento. Otros efectos secundarios de la hidroxicloroquina incluyen anemia aplásica, leucopenia, anemia y trombocitopenia, así como hemólisis, y estos son los efectos secundarios hematológicos más comunes. A veces, la miopatía del músculo esquelético, la neuropatía, la función hepática anormal y la porfiria pueden aparecer como efectos no deseados de la hidroxicloroquina.