El trabajo del parto sin dolor fue algo que se buscó y ganó en el siglo XIX. A saber, la anestesia se inventó y ayudó a las mujeres a pasar por este proceso doloroso, pero divino, con mucha más facilidad. Desde entonces, las reinas, las damas y la gente común han estado usando anestesia para reducir sus dolores de parto.
La disputa
A lo largo de la historia, muchas personas se han opuesto a la anestesia durante el parto. Por ejemplo, los miembros del clero afirmaron que el proceso de parto es un procedimiento doloroso pero natural, que exige dolor y sufrimiento como un sacrificio sagrado. Además, debemos tener en cuenta que solo los pudientes pudieron permitirse anestesia laboral, mientras que los miembros pobres de la sociedad fueron condenados al dolor y la incomodidad. Sin embargo, algunos individuos incluso creyeron que este dolor es una fuerza, uniendo al niño y a la madre para siempre. Además, el trabajo doloroso se consideró natural y, como tal, apropiado, es algo que una madre debería disfrutar ya que la acción representa el nacimiento de un niño.
Sin embargo, el mundo de hoy pide diferir.
Los tiempos modernos y sin dolor
Hoy en día, utilizamos todos los avances tecnológicos y médicos para facilitar nuestras vidas. Por lo tanto, tenemos medicamentos que nos ayudan a superar las enfermedades, construimos represas para producir electricidad, modificamos los cultivos que consumimos para mejorarlos y usamos todos los medios necesarios para mejorar la calidad de nuestras vidas a través del avance y la tecnología .
Además, si consideramos todo el asunto desde un punto de vista lógico, no es justo que las madres soporten todo el dolor y el sufrimiento, mientras que los padres solo deben disfrutar de pasar tiempo con sus hijos.
Sin embargo, los anestésicos también pueden ser muy peligrosos, incluso potencialmente mortales, cuando consideramos los efectos secundarios de muchos de estos medicamentos. Afortunadamente, los medicamentos modernos de este tipo no tienen una gran cantidad de efectos colaterales que tuvieron sus predecesores. Sin embargo, uno debe tener mucho cuidado al usar estos medicamentos.
Métodos comunes para el control del dolor en el trabajo del parto
Por lo general, los analgésicos son los medicamentos administrados a una futura madre en fases más tempranas y menos intensas del parto. La morfina es la droga habitual para estos fines. Sin embargo, muchos lo evitan, debido a los efectos secundarios potencialmente dañinos.
Un método más seguro pero menos efectivo es usar oxígeno y mezcla de óxido nitroso por inhalación. Hay otras formas de reducir y eliminar el dolor disponibles, pero ninguna de ellas vale la pena mencionarlas debido a la falta de efectividad.
Finalmente, la anestesia epidural, que también se puede combinar con anestesia raquídea, se considera el método más efectivo para reducir el dolor durante el trabajo de parto. De hecho, más del 85% de las futuras madres optan por este método. Los medicamentos especiales se administran constantemente a las mujeres en trabajo de parto, a través de un pequeño tubo insertado en la capa externa de la médula espinal, lo que resulta en una eliminación completa del dolor que afecta el abdomen y las extremidades inferiores, dejando a la madre completamente consciente.