Al igual que las personas, los perros vienen en una variedad de personalidades. Algunos perros son pasivos y tímidos, mientras que otros son dominantes y extrovertidos.
Los perros que los entrenadores o manipuladores consideran «dominantes» pueden exhibir conductas difíciles de manejar como agresión, tirar de correas, montar perros o personas y robar comida de platos humanos. Afortunadamente, hay formas de hacer que la vida con el perro dominante sea un poco más fácil.
Entender la dominancia
En un entorno salvaje, los perros exhiben dominio como una forma de comunicarse entre sí y garantizar el acceso a los recursos. Los perros dominantes generalmente obtienen más comida, más parejas y un mayor nivel de respeto que los perros no dominantes. La dominación generalmente se establece a través de factores como el sexo, la edad, la fuerza física y el tamaño. Los perros establecen este comportamiento arraigado mediante peleas y posturas.
La línea entre la dominación y la agresión
Si bien muchos padres de mascotas confunden el dominio y la agresión como uno y el mismo, esto no es cierto. Un perro puede ser dominante sin ser agresivo. Los perros dominantes no necesariamente se vuelven agresivos con perros u otros humanos. Si los padres de mascotas ven signos de agresión, como gruñir, morder o ladrar, puede ser hora de buscar ayuda.
Qué hacer con el perro dominante
Aunque la línea entre el dominio y la agresión es clara, los perros dominantes pueden volverse agresivos cuando los manejan incorrectamente los humanos. Por esta razón, es importante asegurarse de seguir estos consejos al interactuar con un perro dominante:
- Mantenga la calma: los perros dominantes no responderán a los manipuladores dominantes. Por esta razón, es especialmente importante mantener la calma al disciplinar o interactuar con el perro dominante. Cuando un padre se enoja o molesta, esta energía se transfiere al perro, lo que agrava la energía ya dominante y crea un ambiente propicio para la agresión.
- Di «No» y pronuncie lo siguiente: los perros dominantes necesitan límites incluso más que los perros no dominantes. Para que un perro dominante sea una buena mascota y compañero, es importante que los padres de mascotas establezcan reglas y límites. Por ejemplo, si decides que el perro no está permitido en el sofá, no cambies de opinión y deja que el perro se levante de vez en cuando. Esto dará como resultado que el perro dominante se aproveche de ti y establezca su propia regla.
- Respeta al perro: los perros dominantes a menudo no son afectuosos y esto está bien. Intentar obligar a un perro a mostrar afecto es una gran manera de invocar la agresión y hacer que el perro sienta temor y resentimiento por el contacto humano.
- Mantenga la mente del perro ocupada: los perros dominantes son generalmente inteligentes e impulsados y, debido a esto, les va bien con un trabajo. Al proporcionar al perro un deporte o clase para participar, puede ayudar a canalizar el exceso de energía y mantener al perro feliz y comprometido. Vivir con un perro dominante es una gran aventura. Los perros dominantes son inteligentes y creativos. Con estos consejos, los padres de mascotas pueden comenzar a comprender e involucrar a sus perros dominantes de manera más efectiva.