El alcohol es una toxina y ese es el hecho. Mientras que bebe, alcanza rápidamente al bebé nonato a través del torrente sanguíneo y de la placenta. Demasiado alcohol puede causar daño permanente a las células de un feto en desarrollo y puede causar problemas durante el embarazo, como un aborto involuntario o nacimiento prematuro.
El alcohol durante el embarazo puede cambiar la forma de la cara, los órganos y el cerebro del bebé. También puede afectar al sistema nervioso, razón por la cual un niño puede tener dificultades de aprendizaje y problemas permanentes de movimiento y coordinación.
El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar síndrome de alcoholismo fetal (SAF) y efectos del alcoholismo fetal (EAF). El síndrome de alcoholismo fetal es muy peligroso porque puede causar diferentes discapacidades en el desarrollo del bebé: discapacidades físicas y mentales.
El alcohol durante el embarazo pasa a la placenta al feto. El cerebro y el sistema nervioso central reaccionan mal al alcohol y el bebé puede tener un daño permanente. Pero hay un mínimo de alcohol permitido durante el embarazo.
El alcohol afecta el crecimiento del cerebro y del sistema nervioso del bebé, lo cual puede interferir con problemas físicos, mentales o de desarrollo. Y cuán grande es el daño puede depender de otras condiciones tales como: la salud general de la madre, el momento en que el alcohol se utiliza, los recursos que utiliza la madre, la frecuencia y la cantidad de consumo de alcohol.
El alcohol es teratógeno y puede causar defectos de nacimiento en el feto. Y a mayor cantidad de alcohol que usa la mujer embarazada, mayor es la probabilidad de que un bebé reciba SAF o EAF. El consumo precoz de alcohol altera las características faciales del feto, los huesos, el corazón o el sistema nervioso central. No saber acerca de los efectos del alcohol y su papel como un teratógeno en un feto en crecimiento aumenta la posibilidad de desarrollar SAF o EAF.
Los efectos físicos de la SAF son anomalías del sistema nervioso central, desarrollo más lento del bebé, alteración de las características faciales del feto y problemas con el desarrollo del cerebro.
Las anomalías del sistema nervioso central del bebé incluyen problemas de aprendizaje, daño intelectual, problemas de comportamiento o crecimiento tardío. Los niños con SAF pueden hablar o caminar en un período posterior de crecimiento, tener ansiedad, nerviosismo, hiperactividad y poca capacidad de atención.
Las malformaciones faciales de los rasgos faciales con los niños SAF son ojos caídos, pómulos aplanados, labio superior delgado o un surco agudo de la parte superior de la nariz o labio. El otro tipo de defectos puede crear la malformación de los órganos internos, incluyendo problemas auditivos y discapacidad visual. También más adelante en la vida los niños con SAF no están teniendo un buen juicio y son pobres tomadores de decisiones, con variedad de otras dificultades.