El ébola es una fiebre hemorrágica viral causada por uno de los siguientes virus: Sudán, Zaire, Bundibugyo, Reston y Costa de Marfil. El virus recibió el nombre de Ebola River en el Congo (anteriormente Zaire) que se encuentra en el paradero del primer brote de ébola reconocido.
Cuando se trata de la transmisión, el virus del Ébola se propaga principalmente a través del contacto directo con los tejidos sanguíneos y fluidos corporales del individuo infectado, mientras que otra forma de transmisión es el manejo de animales muertos o enfermos que han sido infectados con el virus.
Tratamiento
El ébola es una de las infecciones virales más letales que causa la muerte del 50% al 90% de las personas infectadas, incluso con el tratamiento aplicado. Esto se debe a que todos los tratamientos conocidos simplemente alivian los síntomas asociados con la enfermedad y no matan al virus real. Este enfoque se conoce como atención de apoyo e incluye el uso de antibióticos para detener la aparición de medicamentos de infecciones bacterianas secundarias que ayudan a controlar la fiebre, el mantenimiento de la presión arterial y la coagulación de la sangre; administración intravenosa de electrolitos y líquidos, oxígeno y otros dispositivos que facilitan la respiración y cuidados de enfermería. Los científicos aún no pueden dar cuenta de los casos de supervivencia, pero se puede decir con certeza que aquellos con un desenlace fatal no pudieron desarrollar una respuesta inmune adecuada al virus antes de su muerte.
Pevención
La única forma de prevenir el ébola es evitar los fluidos corporales de las personas infectadas y las víctimas del Ébola. Los trabajadores médicos aprenden cómo reconocer la enfermedad y aislar a las personas infectadas. Los brotes de Ébola tienen un impacto devastador cuando ocurren. En África, los trabajadores de la salud enfrentan muchos desafíos para prevenir este virus mortal. Una dificultad es que la ciencia aún no ha podido establecer el huésped animal del virus del Ébola. Además, las condiciones generales de vida en África, incluidas las de los establecimientos de atención de la salud, solo contribuyen a la propagación de una epidemia. El personal médico está capacitado para reconocer los casos del virus del Ébola y aplicar pruebas de diagnóstico y técnicas de aislamiento. Las medidas de protección incluyen la esterilización de todos los equipos y el aislamiento de los pacientes infectados de personas desprotegidas. El personal médico que trabaja con pacientes con ébola está obligado a usar guantes, batas, máscaras y máscaras protectoras.
Cura
La vacuna contra el Ébola aún no tiene licencia y todavía se está sometiendo a pruebas y pruebas. Los investigadores trabajan día y noche para encontrar la vacuna que prevenga la aparición de la fiebre hemorrágica, de modo que hasta que la ciencia tenga otra solución, el tiempo es la única cura para el Ébola.